Un educador de la Casa Cuna, en Miramar (Ofra), en Santa Cruz de Tenerife, "pudo abusar de al menos diez niños a lo largo de dos décadas, sin que los servicios de vigilancia de la institución ni el resto del personal de centro, incluidos psicólogos, se percataran de esas agresiones", publicó ayer el diario digital canariasahora.com, quien añadió que "cuatro víctimas han denunciado al presunto agresor".

La causa, a la que tuvo acceso Canariasahora.com, "fue abierta en enero pasado a raíz de la denuncia de una de las posibles víctimas, que sigue como menor en la Casa Cuna. Tras su declaración salieron a relucir más nombres de otras posibles víctimas. Hasta diez, algunas ya adultas, pudieron sufrir los abusos de este educador, J.C., cercano a la edad de jubilación, y en la actualidad libre con cargos y liberado sindical", indica el diario.

El asunto "ha recaído en el Juzgado de Instrucción 2 de La Laguna, que decretó el ingreso en prisión de J.C. en dos ocasiones, entre enero y abril, ambas recurridas por su abogado. Está libre dado que, según el auto de libertad provisional firmado por la jueza Celia Blanco, no hay riesgo de fuga, ya que J.C. está casado y tiene domicilio fijo", indicó canariasahora.com.

"Según la abogada Natalia Domínguez Castilla, que representa a dos de las posibles víctimas, J.C. tiene preferencia por los menores entre 12 y 15 años", señaló el diario digital.

"Se aprovechaba de su cargo como educador dentro de la Casa Cuna de unos menores con una gran carencia afectiva. Hasta las víctimas le han llegado a considerar un padre", declaró la letrada a canariasahora.com.

El referido digital explica que, "cuando J.C. fue detenido en su domicilio, una de las víctimas, ahora denunciante, se hallaba dentro de la casa. La Policía Judicial se incautó de fotografías y vídeos en los que se muestran relaciones sexuales completas, además de encontrar más pruebas de posibles abusos sexuales en el disco duro de su ordenador".

"Lo veían, en efecto, como a un padre", relató Natalia Domínguez. "Partimos de la base de niños abandonados, dejados en un orfanato, aunque ya no se use esa palabra. Niños con una fortísima carencia afectiva. Este hombre les hacía regalos, les compraba móviles… Y esa dependencia afectiva se ha mantenido en el tiempo, lo que no significa, en absoluto, que las relaciones fuesen consentidas. Estamos hablando de abuso de superioridad, intimidación y amenazas si contaban lo que pasaba", afirmó la letrada.

"Algunos abusos sexuales se cometieron en el mismo campanario del centro", declaró Domínguez Castilla a canariasahora.com.

El Cabildo se persona

El Cabildo de Tenerife en un comunicado de prensa reconoció que "se encuentra en medio de este proceso judicial en el cual se ha personado como Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS)". No obstante reconoce que desconoce todos los datos de la investigación puesto que está abierta, pero insiste que ha actuado "tal y como la ley establece, quedando a la espera de que la justicia dicte sentencia".

Además, la Corporación insular adelantó que "con el fin de no entorpecer la investigación, y siguiendo las instrucciones de los servicios jurídicos no realizará declaraciones, por el daño que se la pueda causar a los menores y a los profesionales del centro si se producen generalizaciones injustas".