España batió el pasado año un récord histórico en el número de solicitudes de asilo al alcanzar las 15.755, y una cuarta parte, 3.960, fueron de ciudadanos venezolanos que pidieron protección por la convulsa situación política y la crisis de la economía de su país.
De hecho, Venezuela se situó por primera vez como el país de origen con la mayor cantidad de demandantes de asilo, por encima de Siria (2.975), Ucrania (2.570), Argelia (740), Colombia (615), El Salvador (425), Honduras (385), Palestina (355), Marruecos (340) y Nigeria (285).
Son datos del informe anual "Las personas refugiadas en España y Europa" presentado ayer por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que destaca el perfil del demandante de asilo venezolano: personas de clase media (docentes, periodistas, funcionarios y empresarios), generalmente contrarios al Gobierno, y los perseguidos por su orientación sexual.
Por su parte, Canarias cursó 300 solicitudes de protección internacional (asilo o refugio), un 138% más que en 2015, y resolvió cinco, dos de ellas presentadas en ese período, según destacó el coordinador de CEAR en las Islas, Juan Carlos Lorenzo.
En la presentación del informe anual de la ONG, que tuvo lugar en un centro de migraciones de Las Palmas de Gran Canaria, con capacidad para 40 plazas, de las 71 que existen en Canarias, todas ubicadas en esta isla, Lorenzo informó de que las solicitudes de asilo o refugio recibidas en Europa el pasado año superaron las 1,2 millones, mientas que las formalizadas en España llegaron a 15.755, frente a las 14.800 de 2015, lo que supuso un récord histórico.
Además, CEAR denunció que nuestro país acumula más de 21.000 expedientes sin resolver, "21.000 personas que están pendientes de una decisión de la que depende su futuro", censuró Galán. De ellos, 5.555 eran peticiones de ucranianos, 4.435 venezolanos y 1.600 sirios.
Con todo, de los compromisos de reubicación y reasentamiento de refugiados que España asumió hace casi dos años y cuyo plazo expira en septiembre, solo ha cumplido el 7,5%, acogiendo a través de estas vías a algo más de 1.300 personas frente a las casi 18.000 acordadas.