Con motivo de la inauguración de nuevas camas, salas de hospitalización y consultas y la renovación del área de diagnóstico por imagen del centro que los hermanos de San Juan de Dios tiene en Santa Cruz de Tenerife, su director de centros en la provincia bética (Madrid, Extremadura, Andalucía y Canarias), el cirujano palmero Juan José Afonso recalca la disponibilidad de la Orden a colaborar al máximo de sus posibilidades con las administraciones públicas, puesto que la vocación de servicio público "es lo que diferencia a estos hospitales del resto".

Todo el mundo recorta y ustedes amplían, ¿Cómo puede ser?

Esta estrategia de inversiones no es una cosa de la noche a la mañana. Teníamos que actualizar nuestras instalaciones y aparatos y hace dos años se planificó.

De todas maneras ustedes son diferentes al resto...

Si, sobre todo porque lo realmente distinto y novedoso, aunque tengamos 500 años, es la vocación de servicio público de la orden. Somos una entidad de vocación social; tenemos unos principios básicos y el primero de todos es que nuestro centro de interés es la persona asistida.

Si, pero ¿son una empresa?

Somos una entidad privada porque la propiedad es de los hermanos de San Juan de Dios, pero el 90% de nuestra actividad es concertada con el sistema público y esto es así porque nuestra vocación es el servicio público. Siempre vamos de manos de la administración.

Pero, ¿buscan rentabilidad?

Vamos a ver, la Orden de San Juan de Dios no tiene ánimo de lucro. No hay ni un solo dividendo que repartir entre dueños. El 100% revierte en la propia orden y eso es lo que nos permite renovarnos y crecer, y por eso vamos de la mano de la administración pública, porque el objetivo es común, es el servicio a los ciudadanos. Entiendo que haya empresas que lo que buscan es ganar dinero, además, es completamente lícito, pero es que los Hermanos de San Juan de Dios no tienen ánimo de lucro porque todo lo que se genera se reinvierte. Absolutamente todo.

Pero, si uno de los puntos en los que más ha recortado la administración pública es la concertación, ¿cómo les ha afectado?

El volumen de actividad de San Juan de Dios era menor que otros centros, por lo que un pequeño recorte nos afecta más.

¿Se ha recortado porque no hay dinero o porque se estaban dando servicios que realmente no eran necesarios?

Por cuestiones económicas.

¿Y qué sucede con los pacientes? No es un maltrato que se les quiten servicios que utilizaban...

Se puede llamar maltrato o se puede decir que no se puede dar todo lo que se prestaba. Pero, precisamente en esos momentos de vacas flacas, organizaciones como la nuestra, sin ánimo de lucro y con vocación de servicio público, tienen la oportunidad de, con menos dinero hacer más. La Orden, desde mi punto de vista, y muchas administraciones lo están viendo ya así, es el socio ideal para poner en marcha programas asistenciales, gestionar centros, concertar o colaborar con el modelo administrativo.

¿Cree que en Canarias el panorama sanitario sería diferente si San Juan de Dios no tuviera presencia en las islas capitalinas?

Por supuesto, estoy convencido y también de que mejoraría si tuviera más presencia. Nosotros estamos para lo más difícil, para lo que otros no quieren y lo hacemos así porque cuesta trabajo entender que en el mundo de hoy, en el que estamos acostumbrados a la rentabilidad corta y a la satisfacción inmediata, haya gente que siga pensando que lo importante es dar servicios aunque no se solucionen los problemas y la Orden es así.

¿Y si sigue bajando la concertación?

Nos quedamos en una situación complicada, pero también es verdad que las necesidades sanitarias están ahí y son crecientes independientemente de quién pague por ellas, por lo que Orden prestará atención, bien con conciertos, con seguros o través de caridad pura y dura, aunque haya que salir a la calle a buscar dinero para que nos ayuden.