La Agencia Espacial Europea (ESA) hizo públicos los resultados obtenidos por el satélite Planck en sus misiones de 2010, entre los que destaca la identificación de nuevas fuentes de emisión de microondas en la Vía Láctea, así como en otras galaxias. Según señala, Planck, lanzado el 14 de mayo de 2009, realizó "dos exploraciones completas" de todo el cosmos en las que analizó el espectro de la radiación cósmica de microondas o radiación de fondo cósmica.

Estas emisiones de energía, presentes por todo el universo, se consideran la principal prueba del modelo que explica el origen del universo a través de la explosión del Big Bang.

En este sentido, los análisis del satélite de la ESA permitieron identificar nuevas fuentes de emisión de microondas, tanto en la Vía Láctea como en otras partes del universo. De esta manera, confirman la existencia de este particular fenómeno, detectado por primera vez hace cinco años por el experimento español Cosmosomas, aunque queda por establecer su naturaleza definitiva.

Además, el satélite obtuvo las medidas "más precisas disponibles" sobre la acumulación de emisión infrarroja producida por todas las galaxias formadas a lo largo de la historia del universo, lo que se conoce como el Fondo Cósmico Infrarrojo. Según los expertos, este estudio permite entender mejor la conexión entre materia luminosa y materia oscura.

Del mismo modo, Planck localizó nuevos núcleos densos y fríos de gas molecular que, tras colapsar, dan lugar a nuevas estrellas en el universo. De este modo, los investigadores pueden trazar un nuevo catálogo de estas nubes que, según explicó la ESA, incluye alguna de "las más frías detectadas hasta la fecha".

180 cúmulos de galaxias

La agencia destacó la identificación de más de 180 cúmulos de galaxias, una estructura cósmica formada por cientos o miles de galaxias. Los expertos señalaron que el hallazgo fue posible gracias al efecto Sunyaev-Zeldovich, un fenómeno de interacción de alta energía de la radiación de microondas con los electrones libres del medio interno del cúmulo.

El investigador Ramón y Cajal del IAC, José Alberto Rubiño, señaló que "muchos de los cúmulos ya eran conocidos, pero algunos fueron identificados por primera vez.