El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, defendió ayer "las virtudes de la humildad, paciencia, respeto y de la castidad" porque las considera "indispensables para que no se animalice la relación del hombre con la mujer".

"Nos preocupa la violencia machista presente en nuestra sociedad, que tiene a la mujer como víctima y que, lejos de desaparecer, sigue extendiéndose en nuestros días", destacó el prelado donostiarra en la Eucaristía celebrada en la catedral del Buen Pastor de la capital guipuzcoana con motivo de la Fiesta del Bautismo de Jesús. Por ello, dijo que la Iglesia continuará predicando estas virtudes. "Porque estamos convencidos de que son indispensables para que no se animalice la relación del hombre con la mujer", destacó.

"Anhelamos que llegue el momento de la definitiva disolución de ETA y de la reconciliación y sanación de tantas heridas generadas por la violencia. Continuaremos ofreciendo en todo momento la luz del Evangelio, como instrumento indispensable para la pacificación y la reconciliación de nuestro pueblo", ha destacado. Le preocupa asimismo, "de una forma especial, la falta de libertad religiosa que padecen y sufren los cristianos que viven en minoría en países de mayoría musulmana o hindú, mientras Occidente guarda silencio".

"Acaso esto último sea debido a que también se percibe entre nosotros un clima de agresividad y laicismo extremo contra la Iglesia católica, al que quizás nos estemos ya acostumbrando, pero que resulta muy llamativo para quienes nos visitan de otros países", afirmó. Munilla recordó que ayer se cumplía el primer aniversario de su toma de posesión como obispo de San Sebastián y expresó su agradecimiento a los fieles de la diócesis y, especialmente, a "todos los que juzgaron negativamente" su elección, los cuales cree que han hecho "un serio esfuerzo por el trabajo en comunión" con él.