El Papa, Benedicto XVI, defendió ayer ante un numeroso grupo de jóvenes en la localidad de Sulmona (centro de Italia) el uso de la memoria histórica como un valor indispensable para construir el futuro. En uno de los últimos actos de su visita a Sulmona, con motivo del octavo centenario del nacimiento del papa Celestino V, mantuvo un encuentro con los más jóvenes en la catedral de la localidad italiana, situada en la región de Los Abruzos.

"Sí, la memoria histórica es verdaderamente un plus en la vida porque sin memoria no existe el futuro", dijo el Pontífice en un acto retransmitido en directo por televisión. "Antes se decía que la Historia es maestra de vida. La cultura consumista actual tiende, sin embargo, a remitir al hombre al presente, a hacerle perder el sentido del pasado, de la Historia, pero esto lo priva de la capacidad de comprenderse a sí mismo, de percibir los problemas y de construir el mañana", añadió.

Según el Papa, quien presidió una homilía y dirigió el rezo del Ángelus desde la Plaza Garibaldi de Sulmona, un buen cristiano es alguien que "tiene buena memoria, que ama la Historia e intenta conocerla".

Benedicto XVI dijo a los jóvenes que ve en las palabras que le dedicaron un aspecto positivo, como es la visión cristiana de la vida en la que han sido educados, pero también uno negativo: las sombras que "oscurecen" su horizonte. "Son problemas concretos que hacen difícil mirar al futuro con serenidad y optimismo; pero son también falsos valores y modelos ilusorios, que os hacen propuestas y que prometen llenaros la vida, mientras que, por el contrario, os la vacían", incidió el Obispo de Roma.

Mensaje a los curas

Benedicto XVI también alentó ayer a los sacerdotes a ayudar al hombre de hoy a "recuperar el sentido del pecado y del perdón de Dios", siguiendo el ejemplo del Papa Celestino V, en el octavo centenario de su nacimiento.

El Pontífice recordó que la santidad "nunca pasa de moda", puesto que "no pierde nunca su propia fuerza" y "no cae en el olvido". Por ello, consideró que Celestino V permanece todavía en la historia 800 años después de su nacimiento.

Por último, Benedicto XVI señaló la necesidad de tener "un estilo de vida sobrio", en una época de "mayores comodidades y posibilidades". A su juicio, de este modo, la mente y el corazón se conservan "más libres".