Tejerina llegó a la playa a contrapié. Candelario, un personaje de la ciudad, ya había inaugurado la zona de baño hacía casi un mes. Aquel sí fue un chapuzón para la historia. La ministra, al contrario, llegó al malecón para cortar la cinta cuando usuarios tenían la toalla tirada en la arena. "Cuestión de agenda", dijeron.

La responsable de Medio Ambiente apareció 20 minutos más tarde de lo previsto por una reunión previa. Junto a ella, el senador, la delegada del Gobierno en Canarias, el subdelegado, la directora general de Costas... amigos todos. Allí la esperaba el alcalde, Sergio Matos. Él y también un representante de las personas con discapacidad física, que aprovechó el primer suspiro para quejarse amargamente por las dificultades que su colectivo tiene para llegar al mar. La ministra lo escuchó sin prisas, le puso la mano en el hombro y le explicó que la labor de su departamento había acabado y que la accesibilidad era una cuestión municipal.

La avenida Marítima desde El Puente hasta la funeraria llevaba más de una hora cortada. Anselmo Pestana estaba un paso más atrás de los protagonistas. Casi a la altura de Bernardo, ese joven que el PP (Asier Antona) promociona cada tarde como candidato a la Alcaldía. En política a veces ocurre lo mismo que en la religión: "Por ser vos quien sois, bondad infinita". Nadie lo dijo, ni de pasada, pero para ser justos habría que recordar siempre que para acabar la obra el Cabildo aportó de sus fondos dos millones de euros, lo que evitó que la estación de bombeo fuera un mamotreto a la entrada de la ciudad.

El acto comenzó con la explicación técnica del director de la obra. Resumen: lo que hubo antes y lo que supone ahora la playa para la protección del frente del casco. Luego habló Matos. El alcalde, que el día que se abrió la playa evitó festejos, no se atrevió ni a pagar un brindis por finalizar lo que llevaba un lustro de retraso, fue leal en su discurso con el Estado y con el resto de su corporación: repartió agradecimientos.

El regidor tuvo tiempo para tirar de hemeroteca o de lo que le han relatado, para recordar que "nuestra ciudad perdió en 1949 la antigua playa del Varadero para contar en su lugar con una vía de cornisa marítima que contribuyese en aquel entonces a descongestionar el cada vez más denso tráfico de vehículos que transitaba de norte a sur por la arteria principal de Santa Cruz de La Palma". Cree que la capital con la nueva zona de baño "ha cambiado su fisonomía. Pocas obras en nuestra ciudad han alcanzado este grado de expectación. La hemos visto nacer, crecer y llegar a su plenitud, sin que en su trayecto hayan faltado altibajos y momentos de auténtica crisis".

Luego, Isabel García Tejerina tomó el mando. Defendió la inversión del Estado, que cifró en 34 millones de euros. "En los últimos cinco años desde el Ministerio se han invertido en actuaciones en la costa 275 millones, de los que 50 han venido a Canarias y 34 de ellos a esta actuación, lo que nos da una idea de la envergadura de este presupuesto", sentenció.

La ministra, que bajó luego a la arena (de forma literal), afirmó que siempre "hemos tenido muy claro que esta obra era una prioridad", sobre todo porque "la playa supone una mejor protección y va a evitar los embates del mar...". Además, en su alegato expresó que con la playa "se devuelve a los vecinos la proximidad con el mar y de una manera sostenible".

Con la agenda apretada

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente llegó a La Palma el lunes a última hora, cenando en el Parador de Turismo. La agenda para el martes fue apretada. Después de la inauguración de la playa de Santa Cruz de La Palma, Isabel García Tejerina se desplazó a Villa de Mazo, donde la esperaba el consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, para conocer in situ las obras de la red de riego del Sudeste, que beneficiarán a 2.500 agricultores y supondrán una inversión de 7,7 millones de euros, de los que 1,3 millones están actualmente en ejecución. Aún tuvo tiempo para desplazarse a Los Llanos de Aridane, en concreto a la zona de Las Manchas, para visitar durante más de media hora la zona de la Cueva de las Palomas, que debe convertirse en uno de los puntos de atracción turística más importantes de La Palma. La ministra se mostró especialmente interesada con todo lo referente a los volcanes. Regresó a Madrid en el vuelo directo de Iberia.