El propietario del toro que el pasado domingo se desplomó en la romería de Garachico, "Dorado", niega que él o sus ayudantes maltrataran al animal cuando se desplomó en el tramo final del acto festivo. Y, además, aclara que, afortunadamente, está vivo.

Frente a lo expresado por algunas personas que presenciaron la caída del animal y su traslado en un camión en redes sociales, Juan Tomás aclara que se ha creado una alarma injustificada por personas que desconocen cómo se trabaja con la ganadería.

El dueño de "Dorado" aclara que el toro sufrió un "cólico" o un fuerte dolor a la altura de los riñones. Esa dolencia, matiza, afectó a sus cuartos traseros e hizo que el animal acabara tendido sobre el asfalto.

Según Juan Tomás, el toro, de seis años, comió en exceso por la mañana y después sufrió el calor durante el trayecto de la romería.

Pero deja bien claro que su desplome no tiene nada que ver con el peso de la carreta y, mucho menos, con episodios de maltrato.

Juan Tomás, que posee su cuadra en la zona lagunera de Los Baldíos, aclara que "Dorado" ha participado este año en unas seis romerías y en ninguna ha tenido problemas. Aclara que, incluso, la romería de La Orotava es mucho más larga que la de Garachico y no mostró ningún problema.

Este ganadero, que es dueño de 10 toros y una vaca, señala que, en el caso de Garachico, tuvo que levantarse a las cinco de la madrugada para cargar las yuntas y desplazarse hasta el muelle viejo de Garachico, donde dio comienzo la Romería de San Roque.

Juan Tomás, de 27 años, señala que acude con ganado a las romerías desde que tenía seis.

Reconoce que nunca había visto que un toro sufriera esa dolencia en el transcurso de una romería.

Y señala que, para evitarle molestias al animal, se le puso paja en el camión que lo trasladó a su cuadra para que tuviera las menores molestias posibles.

Desde el Ayuntamiento de Garachico se informó ayer de que el "toro está vivo y en proceso de recuperación". Además, aclaró que, en cuanto a las acusaciones que aseguran que se dio un trato vejatorio al animal, el concejal de Fiestas del Ayuntamiento garachiquense, Andrés Hernández, afirma que "no es cierto". "En todo momento se miró por el bienestar y la salud" del animal, según Hernández, que explicó que la evacuación tuvo complicaciones debido a las dimensiones y el peso del mismo. El ayuntamiento "está dispuesto a proporcionar lo que necesiten los boyeros para el bienestar de sus yuntas", según la nota. "En todo momento, ellos son los que conocen la situación del animal y, si fuera necesario mejorar las condiciones de estos para próximas ediciones, se hará sin escatimar en gastos", según el edil.

Aclara que en la romería se observa el estado de las yuntas. "Por eso una pareja de ejemplares fue sustituida a mitad de recorrido", según Andrés Hernández, que es responsable de la organización de la romería, "ya que se comprobó que esta yunta no iba en las condiciones óptimas".