El sector oriental del casco de La Orotava estrena desde hoy los primeros semáforos de su historia, con los que se pretende poner coto a las dificultades del tráfico rodado derivado de la creciente masificación de vehículos. Estos instrumentos reguladores luminosos de la circulación vial fueron instalados recientemente por iniciativa del gobierno municipal de Coalición Canaria y superadas las reticencias iniciales del alcalde, Isaac Valencia, que, en principio, no era partidario de su implantación, ante el impacto que pudiera provocar en el singular entorno urbano de la Villa. Hasta hoy, tales señales verticales de tráfico están en modo luminoso ámbar, pero a partir de las doce del mediodía, en que tendrá lugar su inauguración, estarán a pleno rendimiento. Las pruebas preliminares han sido satisfactorias, aunque, una vez que estén en servicio, se verificarán comprobaciones periódicas sobre su funcionamiento y mantenimiento.

El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Medio Ambiente, Manuel Ángel Martín, indica que se trata de una tecnología de última generación que contribuirá también a un mayor ahorro energético, pues el consumo es entre siete y diez veces menor que con la lámpara tradicional. Y también es de destacar que se mejora el "efecto fantasma" frente a los semáforos de incandescencia.

Siete cruces regulados

Los semáforos se localizan en un total de siete cruces. Tres están ubicados en la avenida Obispo Benítez de Lugo (conocida por muchos como La Sidrona) en las intersecciones con las calles Calvario, El Tejar y Juan Guillen. Los otros tres se sitúan en la avenida Sor Soledad Cobián y, concretamente, con las intersecciones de la avenida José Antonio y las calles La Milagrosa-Sargento Provisional y Cervantes (en la zona de Los Cuartos). El último semáforo está en la confluencia de las vías Miguel de Cervantes y General Varela. Sin duda, la implantación de los semáforos en estos centros neurálgicos de mayor volumen de tráfico reducirá los atascos. No hay que perder de vista el carácter monumental, artístico e histórico de la Villa, pero sobre todo su dimensión comercial, dado que figura entre los municipios de mayor actividad económica en este ámbito, a pesar de la aparición de las grandes superficies comerciales.

Asimismo, estas señales descargarán, en cierta medida, el trabajo que soportan los agentes de la Policía Local, responsables de la coordinación del tráfico.

Entre los trabajos realizados para su puesta en marcha destaca la instalación de reguladores de última generación, centralizados, y de elementos semafóricos como los propios semáforos, las columnas y los báculos. Además, se instaló el cableado de alimentación, colores y tierra.

Los semáforos han sido diseñados según las recomendaciones internacionales, tanto en lo concerniente a la forma de las señales, como a los colores utilizados, diámetro en las lentes, distancia entre focos, y demás detalles complementarios. Por tanto, utilizarán la tecnología de led, que permitirá, por un lado, aumentar la seguridad vial al ser mejor la visibilidad frente a los tradicionales, y, por otro lado, disminuir considerablemente el consumo energético. Los báculos semafóricos son de acero y una altura de 6 metros, con un brazo saliente de 3,5 metros.

La implantación de la red de semáforos en el casco mejorará sensiblemente la seguridad y fluidez del tráfico. La ejecución de este proyecto ha supuesto un desembolso de 250.000 euros, que se financian con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local o Plan Zapatero.

Además, ha permitido la contratación de doce desempleados del municipio.