Los independentistas catalanes que ocuparon este viernes la sede de la Comisión Europea (CE) en Barcelona pusieron hoy fin a su acción, aunque advirtieron de que continuarán sus "acciones directas" para molestar "tanto como podamos" a la UE.

Una veintena de personas ocupó ayer la oficina de la CE en Barcelona para entregar una carta al presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y denunciar lo que consideran "violación grave de derechos humanos en Cataluña".

La ocupación respondió a un llamamiento de la organización independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC), cuya presidenta, Elisanda Paluzie, dijo en una intervención al final de la ocupación que, con el próximo juicio por rebelión a los líderes independentistas catalanes que comienza el 12 de este mes en Madrid, comienza "una etapa diferente, muy complicada".

Paluzie anunció que su organización apostará por pasar "de las movilizaciones clásicas" a acciones más directas y advirtió de que "molestaremos tanto como podamos a la Unión Europea".

Recalcó que a partir de ahora organizará la entidad "deben tener un objetivo" y "asumir riesgos" con el fin de "debilitar los pilares del poder" del Estado español.

Según Elisenda Paluzie, algunas de esas protestas se dirigirán contra la Unión Europea, a la que considera "cómplice del Estado español, opresor y autoritario", ya que ha mantenido una "actitud vergonzosa" durante el proceso independentista.

"La Unión Europea lleva años con una deriva burocrática autoritaria, olvidando los principios que la fundaron, que incluía el respeto a la soberanía de los pueblos", insistió la dirigente independentista.