Sonó a despedida. Al menos, eso es lo que piensa la mayoría de los grupos parlamentarios, presentes en la primera intervención de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, en el Debate sobre el estado de la Nación. A la cabeza, Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz ''popular'', que echó de menos que el mandatario no aprovechase la ocasión para anunciar un adelanto electoral. El discurso del dirigente sólo gustó a los socialistas; entre ellos, José Antonio Alonso, portavoz en la Cámara Baja, que lo definió como "equilibrado, serio y solvente". Los demás, lo vieron desde "decepcionante" hasta "patético", atisbaron "excesivo optimismo", e incluso dedujeron que se trató de un "testamento político".

Sáenz de Santamaría cree que la intervención de Zapatero corrobora que "esto no da más de sí" y la interpreta como un argumento más para pedir el adelanto electoral. En el Congreso, la dirigente dijo que el socialista lleva tres años haciendo el mismo debate. Lo único que ha cambiado es el contexto, cada vez peor, mientras el presidente sigue diciendo que ya se sale de la crisis.

La dirigente ''popular'' piensa que el jefe del Ejecutivo "ha vuelto a confirmar su incapacidad para hacer balance de la España real" y sólo ha expuesto "un balance de la España irreal que sólo está en su cabeza". Además, ve en él "incapacidad para afrontar las reformas que se necesitan para crear empleo" y para "justificar a qué ha dedicado el último año y explicar qué va a hacer en lo que resta de legislatura".

En base a todo esto, Santamaría dedujo que lo ocurrido en la mañana de este martes fue "el cierre de ciclo socialista", con un discurso que "ha sonado a despedida". La ''popular'' mantuvo que, en estos meses, se está viendo "lo que están costando" los acuerdos que alcanza el Gobierno para sacar adelante sus medidas, con unos pactos que "contravienen el interés general".

Como ella, Mariano Rajoy, líder del PP, no vio "ninguna sorpresa" en el discurso. Se trata de algo que ya había adelantado Alonso este lunes. El martes, afirmó que el discurso de Zapatero fue "equilibrado, serio y solvente", como preveía. A su juicio, el presidente hizo "muy bien" al centrar su alocución en la crisis económica y al explicar a los ciudadanos las medidas "impopulares" que ha tenido que tomar en este "duro" año para salir de la recesión.

De nuevo, Alonso dijo que "gobernar es estar a las duras y a las maduras" y auguró que el país saldrá de la crisis y entrará en la senda del crecimiento y de la creación de empleo. El socialista reconoció que el mandatario llegó "emocionado" al final de su discurso, al igual que buena parte de su Grupo y de la bancada azul.

No obstante, Alonso no cree que sus palabras sonasen a que habrá un adelanto de los comicios. Desde su punto de vista, el sentido común dice que, en una situación de crisis como la actual, lo que hace falta es "estabilidad", no mensajes "desestabilizadores" como los que lanza un PP que está más "obsesionado" por celebrar cuanto antes elecciones que por "ayudar al país"... "Elecciones habrá en su tiempo pero [los ''populares''] no las van a ganar".

Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno, recordó que los políticos también son "personas" y que es "lógico" que el presidente sienta "una cierta emoción" ante su última intervención en una cita de este tipo. El socialista agregó que "Zapatero ha dado la cara explicando todas las reformas", con "sinceridad" y asumiendo la "dureza" de algunas de las decisiones que ha tenido que adoptar el Gobierno.

Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, respaldó la decisión de agotar la legislatura: "Abandonar en este momento sería lo peor", ya que lo prioritario es acabar las reformas". Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional de la formación, piensa que discurso estuvo "cargado de fortaleza". Álvaro Cuesta, presidente de la Comisión de Justicia del Congreso, cree que fue una intervención "especialmente emotiva".

Además, agregó: "Tengo que decir que estamos ante un gran estadista y su esfuerzo y su huella van a ser muy importantes en la Historia de España". Vicente Álvarez Areces, presidente en funciones del Principado de Asturias, destacó la llamada a la "corresponsabilidad" de las comunidades para conseguir los objetivos de déficit.

DECEPCIONADOS

IU e ICV presenciaron una intervención "totalmente decepcionante" y lamentan que el presidente se reafirmase en las políticas "fracasadas" y "antisociales" contra la crisis, ignorando la "realidad" contra la que protestan los españoles. El izquierdista Gaspar Llamazares aseveró que Zapatero sigue "erre que erre" en un "pedestal" desde el que habla de "reformas, reactivación económica".

Según explicó, "fuera del pedestal" hay una profunda crisis de la democracia representativa, con "movilizaciones muy importantes" ante las que el presidente sólo "reafirma y respeta; reafirma sus políticas y respeta a los indignados". Desde UPyD, Rosa Díez vio especialmente "patética" la apelación del socialista a combatir las reivindicaciones del 15M, su referencia al incremento del gasto social y su pretensión de atender al gasto de las comunidades, "a estas alturas".

La líder del partido magenta, animó a Zapatero a abandonar la Presidencia y, como Sáenz de Santamaría, lamentó que no aprovechase el discurso para anunciarlo. La portavoz nacional de UPyD criticó que el mandatario señalase que el crecimiento de España dependerá de lo que ocurra en los países de los alrededores, en un acto "fallido y frustrante" para despedirse.

"EXCESIVO OPTIMISMO"

Josu Erkoreka, portavoz del PNV en el Congreso, considera que, en el discurso, hubo "excesivo optimismo", sobre todo porque la reforma laboral no produce los efectos que se buscaban y los créditos no están llegando a las empresas y a las familias. Carlos Salvador, diputado de UPN, atisbó "soledad" en la alocución: "A pesar de los aplausos de su Grupo, hemos visto al presidente voluntariamente solo".

Joan Ridao, portavoz de ERC en la Cámara Baja, entendió el discurso como un "testamento político" y, como Erkoreka, dijo que fue "excesivamente optimista y buenista" en lo referente a la situación del país. CiU vio un presidente "resignado y compungido", que incluyó en sus palabras "más humo que contenidos". Josep Antoni Duran i Lleida, secretario general de la formación, presenció "un discurso de despedida de una persona que mira más hacia el pasado".

Francisco Jorquera, portavoz del BNG en el Congreso, también calificó el ''speech'' como "decepcionante" y cree que demostró que "ha agotado las alternativas" y que el dirigente es "esclavo de medidas contraproducentes". Después del discurso, el gallego afirmó: "No ha consistido en un análisis de las alternativas, sino en un mero relato que ha sonado a despedida".

Ana Oramas, portavoz de CC, considera que el socialista marca el final de la legislatura en el próximo mes de septiembre. Desde su punto de vista, es sorprendente que el mandatario admitiese "por primera vez" que la tasa de paro es "inasumible".