Los Obispos del País Vasco y Navarra han manifestado, tras haber conocido la declaración efectuada por ETA, su "anhelo y esperanza de paz" y han reiterado la exigencia moral de su disolución "definitiva e incondicional".

En un comunicado, los obispos de Vitoria, San Sebastián, Bilbao, y el arzobispo de Pamplona y Tudela, han pedido al pueblo cristiano que intensifique en estos momentos su "oración, invocando a Cristo como príncipe de la paz, y a María como consuelo de los afligidos y de todos cuantos sufren a causa de la violencia".