El buque de A Coruña ''Nuevo Apenino'', con 33 metros de eslora y poco más de 11 años de antigüedad, sufrió la pasada tarde una vía de agua que provocó su hundimiento en el caladero mauritano, pero los 16 miembros de su tripulación se encuentran todos a salvo, según confirmó a Europa Press el administrador de la sociedad del barco, Juan Carlos Velay.

El hundimiento se produjo a última hora de la tarde de ayer a 60 millas al Noroeste de Nouakchott, en aguas de Mauritania. Su tripulación está conformada por cuatro españoles --tres de A Coruña y uno afincado en Cadiz-- que ejercen de patrón, segundo patrón, mecánico y contramaestre, mientras que el resto de marineros son tres marroquíes y nueve mauritanos.

Todos ellos se encuentran en buen estado de salud tras ser recogidos de las balsas salvavidas por tres barcos también españoles que estaban faenando en las inmediaciones de donde ocurrió el accidente: el ''Nuevo Artis'', que rescató a ocho; el ''Loremar'', que subió a cuatro, y el ''Alcalde I, a otros cuatro.

Los 16 tripulantes, que presentan un buen estado de salud y no requieren de asistencia médica, permanecen a bordo de estos tres barcos a la espera de ser trasladados a tierra por el buque ''Esperanza del Mar'', que se prevé que llegue esta tarde a la zona, según informaron fuentes de Salvamento Marítimo.

El barco siniestrado, que pertenece a la Asociación Provincial de Armadores de Buques de Pesca de A Coruña (Arpesco), aunque está matriculado en Vigo, es un arrastrero de casco de acero que entró en servicio en 1998 y se dedica a la pesca de merluza en fresco desde hace dos años en Mauritania y previamente faenaba en Gran Sol. De hecho, su casa armadora se denomina Arrastreros de Gran Sol.

INUNDACIÓN Y ABANDONO DEL BARCO

El administrador de la sociedad del ''Nuevo Apenino'' aseguró a Europa Press que las causas de hundimiento se deben a "una vía de agua" cuyo origen desconoce por ahora. "Es un accidente, en el que puede haber miles de circunstancias. La tripulación se dio cuenta de que tenían una inundación a bordo y tuvieron que abandonar el barco corriendo porque se iba a pique", explicó Juan Carlos Velay.

Por su parte, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, aprovechó su estancia en Vigo para apelar a la "tranquilidad" de las familias porque "todos están bien" y explicó que el buque ''Esperanza del Mar'' trasladará en primer lugar a tierra a los tripulantes mauritanos "por una cuestión de proximidad" y después traerá a los españoles, probablemente hasta Gran Canaria.

Juan Carlos Velay explicó que este traslado a tierra "es rutinario y carece de ningún peligro", por lo que también llamó a la tranquilidad de los familiares y aprovechó para expresar su satisfacción porque "las cosas han salido bien y están todo a salvo", después de las "horas muy malas" que pasó tras enterarse del accidente.

PROBLEMAS EN MAURITANIA

El ''Nuevo Apenino'' pescaba en el caladero mauritano al amparo del convenio pesquero de la Unión Europea con el país africano, pero las autoridades mauritanas lo expulsaron el pasado mes de octubre tras ser retenido en el puerto de Nouadhibou acusado de pesca ilegal. Arpesco defendió la legalidad de las operaciones del buque y denunció que la empresa armadora estaba sufriendo las consecuencias de una mala coordinación entre España, la UE y Mauritania al producirse fallos en la comunicación en la posición del buque.

Asimismo, los buques que se dedican a la captura de merluza negra en aguas de Mauritania se vieron afectados el pasado mes de abril por las divergencias con las autoridades mauritanas respecto al sistema de refrigeración del pescado capturado, lo que provocó el apresamiento de algunos barcos y que otros, incluido el ''Nuevo Apenino'', decidiesen permanecer unos días amarrados a puerto en Nouadhibou en señal de solidaridad con los retenidos.