El alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, anunció anoche a los vecinos de El Cardonal que ya se dispone de los fondos para proceder a la revisión de las estructuras de las viviendas de estos bloques. Se trata de 1,5 millones de euros, de los que 1,2 han sido aportados por el Gobierno de Canarias y los restantes 300.000 euros, por el ayuntamiento.

La decisión de llevar a cabo ese estudio se había adoptado en el anterior encuentro con los propietarios, que ayer llenaron el salón de actos del Centro Ciudadano Pérez Soto. Concretamente, consistirá en un análisis casa por casa por parte de una empresa especializada y que, indicó el político nacionalista, no supondrá coste para los residentes.

En línea contraria a las recientes manifestaciones del consejero delegado de Muvisa -Javier Abreu-, Díaz repitió en varias ocasiones que no hay motivos para la preocupación. "No tiene nada que ver con Las Chumberas", llegó a expresar el regidor local, que apuntó que los trabajos se ejecutarán para aportar tranquilidad.

"Hemos actuado con transparencia", afirmó, y pidió a los vecinos que en caso de que tengan dudas u observen circunstancias anómalas se pongan en contacto con el ayuntamiento. "Si hay algún riesgo por la caída de algo, no vamos a dejar de tomar la decisión de desalojar", sostuvo José Alberto Díaz. Otro de los planteamientos que expuso ante los presentes es que, en el marco de las acciones de revisión que se desarrollarán, también habrá fondos para apuntalar en caso de que resultase necesario.

Más adelante aseguró que no se trata "de un problema de aluminosis, sino de humedad", tal y como había señalado el lunes la concejala de Urbanismo, Candelaria Díaz. Asimismo, se detuvo en que la de este martes era una asamblea que ya estaba programada (en contraposición a que se convocase tras las palabras de Abreu).

Durante el turno de preguntas -iniciado por el candidato de ARAB Europeos por Canarias a la Alcaldía de La Laguna, Carmelo Benítez- se conoció que la previsión municipal es que la adjudicación pueda producirse en unos tres o cuatro meses. Sin embargo, las intervenciones vecinales pronto derivaron hacia aspectos más vinculados con el ARRU y las labores en marcha.

Todo esto se produce después de que en mayo de 2017, cuando se iniciaron los trabajos de estudio para ejecutar la segunda fase de ese ARRU, se detectasen problemas en las viguetas de un forjado sanitario (en el subsuelo) en uno de los 164 bloques de la urbanización. En los análisis posteriores se localizaron 33 cámaras sanitarias y forjados de locales afectados, tras lo que se realizaron apuntalamientos provisionales en 32 bloques, mientras que más tarde se ejecutaron unas ventanas de ventilación que pretendían solucionar el problema de las cámaras. A partir de ahí se adquirió el compromiso de proceder a la revisión general.