Deportistas y usuarios de la atalaya Mesa Mota denunciaron el viernes nuevos destrozos en el interior del inmueble propiedad del Ayuntamiento de La Laguna, una infraestructura que costó 5 millones de euros y que año tras año se convierte en punto de encuentro de gamberros con el ánimo de destrozarlo todo.

Así está de nuevo. Meses después de que se acometieran obras en sus entradas para evitar el acceso, otra vez los incívicos han encontrado huecos forzando las láminas metálicas que se han colocaron en su perímetro para evitar la entrada.

Y en este sentido, nada ha cambiado. De la tarde del domingo al lunes, según un grupo de usuarios que suele utilizar los caminos para hacer deporte, nuevamente una de las láminas fue forzada en la parte trasera, justamente por detrás del mirador. En este sentido, explicaron que la rendija que da a una puerta de cristal no estaba el domingo por la mañana y amaneció el lunes desplazada.

En su interior, nuevamente los cristales rotos, las mangueras de emergencia, los falsos techos caídos o la carpintería de alumnio y la suciedad en general se habían adueñado del pavimento, y en esta ocasión de una forma distinta a anteriores ocasiones, según los implicados consultados. Lamentan que nuevamente la popular Mesa Mota sea noticia por cosas malas.