El sindicato Stap Canarias en el Ayuntamiento de La Laguna propuso durante la reciente negociación de la reducción de las retribuciones no salariales del personal local en un 5% que los concejales del gobierno se rebajaran su salario un 25% y el alcalde, un 30. Su propuesta, como otras de otras centrales sindicales y de la Junta de Personal del consistorio, fue descartada por el gobierno de CC, lo que ha originado duras críticas de ésta y otras organizaciones sindicales.

El Stap Canarias censura que los gobernantes laguneros "hayan vendido constantemente a la sociedad lo de la crisis y la insolidaridad sindical", rechazando luego reducirse sus salarios más allá de un 2,3%, cuando al personal "se les ha bajado en un 15%, empobreciéndolos y llevándolos hasta sus retribuciones del año 1996. Ellos, sin embargo, casi no se tocan ni un euro, a pesar de que son más concejales que en el anterior mandato. Y no sólo los ediles, tampoco les bajan el sueldo en proporción similar a los puestos de confianza y asesores, cuando esa reducción del 15% es corta para aquellos que cobran hasta 7.000 euros mensuales sin contar las dietas, comisiones, etc.".

"Imposición"

Esta central sindical considera que las últimas decisiones en este ámbito de los nacionalistas gobernantes "siguen la habitual forma de imponer y atropellar tanto en Policía como en materia de Personal y en otras gestiones. Nos convocan para otra mesa de trámite, a la que ya llevaban masticada una reducción de más dinero del capitulo I de Personal que se traduce sólo en mermar aún más los salarios y las prestaciones, los convenios sociales y productividades, con una reducción total del 15% si se suma la decretada por el Estado".

Para el Stap, "lo más grave de la situación es que el gobierno local argumenta que estas mermas económicas del personal las aplica sin justificar con fundamento otras muchas opciones de reducir gastos e inversiones, muchas de ellas superfluas o de estrafalario e innecesario derroche. Así, descartaron descontar más cargos de confianza; gastos de traslados y desembarcos de enchufados y afines traídos de otras administraciones, además de gastos y aumentos de salarios a personal de alta dirección y jefes de dirección; publicidad; propaganda y anuncios publicitarios y culturales; comidas, protocolos y brindis constantes; gastos en deportes, imprenta y serigrafías que suponen una cifra muy elevada". Asimismo, alude a "gastos en dietas, viajes y cursos de determinado personal de confianza y afines a sus intereses".