Al portero del Marino de Luanco le pasa como a mucha gente. Aún no se cree que el Tenerife esté en Segunda B. Hace solo dos años y medio fue testigo directo de su ascenso a Primera División en Montilivi. Entonces, aquel 13 de junio de 2009, Rafa Ponzo era el portero del Girona. "Es díficil hacerte a la idea de ver al Tenerife en esta categoría cuando hace tan poco tiempo me enfrentaba a ellos intentando retrasar su ascenso a la máxima categoría", recuerda el portero venezolano de un encuentro "muy bonito, de los que apetece jugar a cualquiera, con un montón de aficionados tinerfeños en las gradas".

El entonces guardameta del conjunto catalán realizó aquella tarde una gran actuación, pero su equipo no pudo impedir la derrota con el recordado gol de Kome. "Es que el Tenerife tenía un equipazo y jugaba muy bien al fútbol", explica, "y nosotros se lo pusimos lo más difícil posible". Cuando acabó el partido, el portero esbozó una leve sonrisa: "Me dolió perder porque soy un profesional, pero vi la alegría de la gente de la Isla y luego hasta me acerqué al vestuario de ellos para felicitar a Ayoze García, Héctor, Toño y otros conocidos que tenía allí", aclara el que también fuera jugador del CD Tenerife en una etapa anterior.

En la Isla, Ponzo pasó dos temporadas entre 2001 y 2003. Llegó a ser el tercer meta del primer equipo, aunque no tuvo la oportunidad de debutar. En el filial fue indiscutible. "Allí estuve bien y siempre me alegra regresar al Heliodoro porque cada partido en ese escenario es especial", cuenta el ahora profesional del próximo rival blanquiazul que agrega que ya estuvo "anteriormente con el mismo Girona enfrentándome al Tenerife". Entonces fue en Segunda A y ahora será en Segunda B. "Ojalá nos veamos las caras algún día en Primera", bromea el portero del Marino.

El fútbol lo vive ahora de otra manera. Con la misma intensidad y ganas, pero con mucha más experiencia. Ha regresado a Asturias, donde ya ha militado en conjuntos como Siero, Navarro o Real Oviedo, del que dice que también "resulta increíble que esté en Segunda B porque, como en el caso del Tenerife, se trata de un club histórico". Antes, tuvo experiencias en otros países como Chipre (Nea Salamis Famagusta FC y Ermis Aradippou) y Venezuela (Mineros de Guayana).

"El Marino de Luanco es un club humilde, pero muy luchador", afirma Ponzo describiendo a su actual equipo que saldrá "a ganar en el Heliodoro como hace en cada campo porque para firmar un empate, mejor no vamos". Sí reconoce que, para sus compañeros, "jugar en un estadio con 10.000 personas delante será muy bonito", puesto que ese ambiente debe motivar "a cualquier jugador al que le guste de verdad esto".

El portero venezolano no cree que sea la fecha idónea para visitar la Isla. "Es verdad que ellos vienen de dos tropiezos, pero nosotros tampoco atravesamos nuestro mejor momento en la Liga", argumenta en el análisis del choque. No obstante, espera que el Marino de Luanco no se achique y "dé la cara" ante un rival "con infraestructura de Primera División".