Científicos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), organismo dependiente del Cabildo Insular Tenerife y que forman parte del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), comunicaron a la dirección del Plan Especial de Protección Civil por Riesgo Volcánico de la Comunidad Autónoma de Canarias (Pevolca) que la erupción submarina de El Hierro continúa registrando bajas tasas de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera.

El seguimiento y medida de la emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera por la erupción submarina al sur de La Restinga llegó a alcanzar un máximo de 109.19 toneladas diarias el pasado 6 de noviembre de 2011. Este valor máximo se registró previamente al intenso burbujeo observado el pasado 8 de noviembre de 2011 elevando agua, gas y ceniza en suspensión que alcanzó varios metros sobre la superficie del agua.

Desde entonces la emisión de dióxido de azufre (SO2) ha experimentado un descenso de sus valores, y en la actualidad se encuentra cerca del límite de detección de la metodología analítica empleada (dos toneladas diarias).

Estos resultados reflejan una tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) relativamente inferior a las que normalmente se registra en sistemas volcánicos subaéreos, que se encuentran en fase eruptiva, debido a que la mayor parte de la descarga de dióxido de azufre (SO2) queda atrapada en el agua del mar como consecuencia de una reacción de neutralización entre los gases volcánicos ácidos y el agua de mar de naturaleza alcalina.

Esto origina, según información extraída de una nota de prensa del ITER, un notable descenso del pH del agua de mar, como así se reflejó a través de las medidas realizadas por los buques oceanográficos "Profesor Ignacio Lozano" y "Ramón Margalef" del Instituto Canario de Ciencias Marinas (ICCM) e Instituto Español de Oceanografía (IEO), respectivamente.

Mientras, la señal de tremor registrada por las estaciones sísmicas del Instituto Geográfico Nacional (IGN) mantiene una amplitud similar con respecto a días anteriores y la presencia de la señal sigue constatando la continuidad de la erupción que se hizo visible, de nuevo, en la mañana del pasado domingo, con la aparición de piroclastos de gran tamaño, algunos de ellos de más de dos metros.

Según el Involcan, la desgasificación que se llegó a apreciar desde la costa está relacionada con la salida a la superficie de estas piezas de lava, que llegaron a alcanzar temperaturas de 85ºC.