La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) expresó hoy su apoyo "incondicional" al Ejecutivo tras el desmantelamiento de un supuesto plan golpista anunciado el jueves por el presidente Nicolás Maduro, que la oposición tachó de "historia fantasiosa" este viernes.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, manifestó el rechazo de la FANB por la conducta de oficiales pertenecientes al cuerpo de aviación que, según Maduro, estaban involucrados en este plan en una estrategia "trazada desde Washington".

"La FANB reitera su apoyo incondicional y lealtad absoluta a nuestro presidente, comandante en jefe de la FANB, Nicolás Maduro Moros, y reafirma su compromiso con la Constitución", aseguró Padrino hoy en cadena obligatoria de radio y televisión en la que estuvo acompañado por integrantes del alto mando militar venezolano.

Maduro reveló el jueves un plan para sacarle del poder que incluía la grabación de un vídeo a un oficial ya detenido por participar supuestamente en otra intentona golpista y que vería la luz en medio de un ataque con un avión militar tipo "tucano".

Agregó que había pedido a la cancillería que informase a Holanda, que gobierna en las islas vecinas de Curazao, Aruba y Bonaire, y a Colombia del plan golpista porque sólo desde estos territorios cercanos podría despegar un modelo de este avión militar ya que las unidades venezolanas se encuentran en mantenimiento.

La misma noche del jueves el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello acompañado por el alcalde del municipio caraqueño de Libertador, Jorge Rodríguez, dijo que durante los allanamientos que se llevaron a cabo al desarticular el supuesto golpe fueron decomisados uniformes militares, computadoras y armas.

Cabello vinculó al alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma; la exdiputada María Corina Machado o al diputado Julio Borges, todos opositores, al supuesto complot, que identificó como "plan Jericó".

Por su parte, Rodríguez dijo que el "ataque" aéreo tenía como uno de sus objetivos el palacio presidencial de Miraflores, "un plan extremo de magnicidio, de asesinato del presidente de la República", junto con los edificios del Consejo Nacional Electoral o del canal internacional Telesur.

El burgomaestre gubernamental sostuvo que uno de los militares detenidos apuntó al diputado opositor Julio Borges "como la persona que escogió estos objetivos tácticos".

"Tendría el diputado Borges, en una situación legal y jurídica que contradecir lo que este señor (...) está diciendo", sostuvo.

Los partidos que apoyan al Ejecutivo y que forman el Gran Polo Patriótico (GPP) solicitaron hoy a los opositores que se desmarquen de esa supuesta intentona ya que, en palabras de su representante Rafael Uzcátegui, "la oposición no tiene, no le queda, no puede, tener otro camino que el deslinde".

"El que no se deslinda se hará cómplice por omisión", dijo, y adelantó que se iniciará un "proceso jurídico muy complicado" que puede llevar a la Asamblea Nacional a tomar "medidas" contra el diputado Julio Borges.

Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de la que estos políticos forman parte, tildó hoy de "historia fantasiosa" el supuesto plan de sublevación militar para, dijo, "crear falsos culpables de la crisis que ellos mismos han generado para así evadir su responsabilidad".

Torrealba, que estuvo acompañado en la rueda de prensa de Borges y Ledezma, declaró que la MUD no quiere "tumbar un Gobierno" sino "derrotarlo democráticamente con votos".

El mismo Ledezma rechazó las acusaciones contra él, y afirmó que "en lo que va de régimen de Maduro ya van doce supuestos golpes de Estado".

"El Gobierno habla de movimientos de desestabilización, y lo que desestabiliza el país es la corrupción", añadió.

El titular de la Defensoría del Pueblo, Tarek William Saab, señaló también hoy a Washington al afirmar que "cada vez que EE.UU., a través de cualquiera de sus voceros, incluyendo al presidente (Barack) Obama (...) lanzan ataques contra nuestro país (...), contra el presidente, está incitando a un sector golpista para que ataque".

Para Saab, que dijo hablar en nombre de la Defensoría del Pueblo y como presidente del Poder Ciudadano, existe por parte de Estados Unidos una "constante" y "permanente instigación al delito" para que "factores extremistas atenten contra la democracia venezolana".

En respuesta desde Washington, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jen Psaski, calificó hoy en rueda de prensa estas acusaciones, "como todas las últimas de este tipo", de "ridículas".

"La política adoptada hace mucho tiempo por Estados Unidos es no apoyar transiciones políticas por medios no constitucionales. Las transiciones políticas deben ser democráticas, constitucionales, pacíficas y legales", añadió.