El jefe negociador palestino y miembro de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), Saeb Erekat, condenó ayer la celebración israelí de "la anexión ilegal de una ciudad ocupada", mientras miles de israelíes marchaban en conmemoración de lo que denominan la "reunificación" de la ciudad. Unas 30.000 personas, en su mayoría jóvenes, marcharon en la tarde de ayer desde la céntrica calle de King George hasta la vieja ciudadela amurallada (en la parte palestina y ocupada de la ciudad) ondeando banderas de la estrella de David.

"La comunidad internacional debería condenar esta marcha y las celebraciones oficiales como una clara incitación contra la paz", dijo Erekat, que recordó que "ningún miembro de la comunidad internacional ha reconocido la reunificación" de Jerusalén.

Las celebraciones del Día de Jerusalén, que encabezó ayer el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en Ammunition Hill, son a su entender "una clara prueba de que la paz no es parte de la agenda del gobierno israelí".