Tres millones de personas continuaban ayer sin electricidad tras la tormenta de nieve adelantada que afectó el fin de semana el noreste de EEUU y que causó al menos seis muertes.

Según indicaron las compañías eléctricas y las autoridades locales, muchos de estos hogares, en especial en las áreas más aisladas, tardarán aún varios días en recuperar el fluido eléctrico tras la tormenta, que motivaron también retrasos y cancelaciones en los transportes. Se espera que la tormenta, que avanza acompañada de vientos en torno a los cien kilómetros por hora, continúe su paso por el noreste del país, donde se concentran algunas de las principales ciudades estadounidenses, hasta el mediodía de ayer.

La nevada, un fenómeno extremadamente raro en el área a mediados de otoño, causó la muerte de al menos seis personas y obligado al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, a declarar el estado de emergencia. Según indicaron las autoridades locales, en el estado de Massachusetts murió electrocutado un hombre al pisar unos cables eléctricos derribados por el peso de la nieve.

En Connecticut, una persona perdió la vida en un accidente de tráfico atribuido a la mala condición de la carretera por el temporal, mientras que en Pensilvania un hombre de 84 años murió al caer un árbol sobre su casa.

La nevada causó también retrasos en los aeropuertos del área, que llegaron a ser hasta de seis horas, y la suspensión de centenares de vuelos.