La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha celebrado que las manifestaciones se estén desarrollando en Marruecos y Argelia sin "incidentes graves" y ha adverido de que "corresponde a los propios Gobiernos decidir si van a iniciar algún tipo de conversación o de proceso de diálogo con las fuerzas políticas de la oposición" para impulsar reformas ulteriores.

"Siempre he establecido una diferencia entre lo que ocurre en algunos países y el caso de Marruecos e incluso el caso de Argelia porque son unos países que han iniciado un proceso de reforma hace ya algunos años, tienen un juego de partidos políticos que participan en las elecciones y tienen mecanismo de participación política", ha insistido Jiménez en declaraciones a la prensa a su llegada al Consejo de ministros de Exteriores de la UE que este lunes continuará analizando la situación en los países del norte de África.

La jefa de la Diplomacia española ha constatado que en ambos países "ha funcionado el juego normal de la democracia en el sentido de que las personas y los ciudadanos de estos países pueden expresarse libremente". "Los manifestantes han acudido a las calles y afortunadamente no ha habido incidentes graves que se puedan destacar", ha insistido.

"Ahora le corresponde a los propios Gobiernos decidir si van a iniciar algún tipo de conversación o de proceso de diálogo con las fuerzas políticas de la oposición", ha concluido la ministra, insistiendo en que "los países que asuman que tienen que introducir cambios, que tienen que introducir reformas, que estén atentos a lo que la gente dice en la calle son los que podrán conducir un proceso más ordenado de transición". "Y eso es lo que estamos observando", ha remachado en alusión a Túnez y Egipto.

Jiménez ya celebró ayer que las manifestaciones desarrolladas este domingo en varias ciudades de Marruecos fueron "pacíficas" y que se desarrollaron "con total normalidad democrática", lo que a su juicio supone una "gran diferencia" con otros países como del Norte de África como Libia, donde se han registrado más de 200 muertos en apenas cuatro días, la mayoría en Benghazi (este).

PROTESTAS EN MARRUECOS Y ARGELIA

Hasta 14.000 personas han secundado la concentración convocada en Rabat y otras 10.000 personas se han concentrado en Marrakech para secundar la convocatoria del Movimiento 20 de Febrero para reclamar que el rey Mohamed VI renuncie a algunos de sus poderes y combata la corrupción, según han comunicado los propios organizadores.

La agencia de noticias oficial, MAP, ha informado en cambio de una "débil participación", mientras que un portavoz oficial de la Policía ha rebajado la cifra de manifestantes en Rabat a unos 2.000.

Según la agencia MAP, unas mil personas han participado en la marcha en Casablanca, mientras que alrededor de 900 lo han hecho en Marrakech. En Oujda ha habido unas 1.300 personas, mientras que en Tánger eran 450; en Tetuán unas 500; en Agadir, 400; en El Aaiún (capital del Sáhara Occidental) sólo hubo unas 40 personas; el Alhucemas fueron alrededor de un millar y en Bni Bouayach unas 2.000.

En el caso de Argelia, un diputado de la opositora Reunión por la Cultura y la Democracia (RCD) resultó herido grave durante las cargas policiales registradas este sábado en Argel en el marco de una nueva protesta contra el Gobierno, según han informado fuentes de su partido al periódico local ''El Watan''.

El diputado, Tahar Besbes, sufre un traumatismo craneoencefálico después de caerse al suelo durante la carga policial y golpearse la cabeza contra el bordillo de la acera. El dirigente opositor ha sido trasladado al hospital Mustapha Bacha. Además, según informaciones de la agencia Reuters, las autoridades han detenido hoy al opositor Belaid Abrika, defensor de la causa de la minoría bereber.

En las concentraciones convocadas el sábado por la Coordinación Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD) en Argel se caracterizaron por una fuerte presencia policial, especialmente en torno a la plaza Primero de Mayo para impedir la marcha, prohibida por las autoridades tras alegar razones de seguridad. La Policía cargó contra alrededor de medio millar de personas que pretendían acceder a esta plaza y que finalmente se dispersaron en dos grupos.