El ministro de Asuntos Exteriores saudí, Saud al Faisal, aseguró hoy que no permitirán al ex presidente tunecino Ben Alí desarrollar "ninguna actividad política" y que darle asilo no es "una injerencia en los asuntos internos de Túnez".

"Nosotros hemos ayudado al presidente tunecino, pero no le permitiremos desarrollar ninguna actividad política contra Túnez desde el territorio del reino saudí", dijo Al Faisal a la televisión oficial saudí.

Estas declaraciones son las primeras de un alto responsable saudí después del comunicado de la Casa Real del pasado 15 de enero en el que confirmaban la llegada del depuesto Zine El Abidine Ben Alí y su familia a Arabia Saudí, debido a "las excepcionales circunstancias" que se vivían en Túnez.

El titular de Exteriores saudí rechazó que ofrecer asilo al ex mandatario "perjudique al pueblo tunecino y a la voluntad del pueblo tunecino" o suponga "una injerencia en los asuntos internos de Túnez".

"Arabia Saudí apoya al pueblo tunecino en sus deseos de alcanzar sus objetivos", subrayó.

Al Faisal indicó que "no es la primera vez que un alto responsable árabe recurre a Arabia Saudí para solicitar asilo" y que en este caso su país ha vuelto a adoptar esta postura.

Asimismo, se lamentó de que el reino wahabí haya sido criticado "de manera inadecuada" por haber aceptado a Ben Alí.

En la nota real difundida tras la llegada del ex presidente tunecino, el Ejecutivo saudí ya mostró su apoyo a "cualquier acción que beneficie a la población del hermano Túnez" y su esperanza a que se supere "esta difícil fase" de la historia del país.

El pasado 14 de enero, Ben Alí se vio forzado a abandonar el país magrebí por el agravamiento de las revueltas callejeras en su contra.

La Justicia de Túnez ha abierto hoy una investigación contra él y su familia por "adquisición ilegal de bienes" y por "depósitos financieros ilícitos en el extranjero".