Concentrar en dos horas de radio en directo las vivencias almacenadas en ocho décadas no es una tarea fácil, pero ese fue el reto que se marcaron Iñaki Gabilondo y Santiago Negrín en el acto que tuvo lugar ayer en la Sala de Cámara del Auditorio de Tenerife para conmemorar el 80 aniversario de Radio Club Tenerife. Este menú sonoro estuvo lleno de secuencias entrañables.

Los espectadores que aceptaron el magnetismo de ver en faena a Iñaki Gabilondo pudieron escuchar los cortes de un Alfredo Kraus que agradecía su primera oportunidad lírica en condiciones cuando aún estaba cumpliendo con sus obligaciones militares en Los Rodeos, el emotivo saludo telefónico que se abrió entre el inolvidable Rommel Fernández y su madre en plena celebración de un ascenso del CD Tenerife a Primera División o el diálogo que estableció Gabilondo con uno de los delincuentes que retenían a varios ciudadanos en una arepera de La Cuesta.

Esos "puñales" que cohíben las gargantas de locutores y oyentes cuando toca enfrentarse a una realidad hostil cobraron vida en distintas fases de una mañana aliñada con la música de Los Sabandeños y Pedro Guerra, con unas interesantes reflexiones de Pedro Luis Cobiella y Wolfredo Wildpret, quien provocó una lluvia de aplausos en distintos instantes de una intervención pedagógica. Una familia escalonada en tres generaciones fue el ejemplo de "carne y hueso" que sirvió para delimitar el perímetro real de una aventura radiofónica que ya dura 80 años.