Una juez de Los Ángeles resolvió ayer que la actriz Lindsay Lohan violó su libertad condicional por los cargos relacionados con un caso de conducción bajo les efectos del alcohol en 2007, y deberá pasar 90 días en prisión.

La juez Marsha Revel afirmó que la celebridad, que rompió a llorar al conocer el veredicto, no cumplió con su obligación de asistir semanalmente a unas clases orientativas sobre el uso del alcohol. La sentencia incluye 30 días de prisión por conducción temeraria, y otros 60 días por dos cargos al conducir bajo los efectos del alcohol.

Cheryl Marshall, copropietaria del programa de clases educativas Right On, el que siguió Lohan, testificó que la actriz violó la orden judicial de asistir hasta en nueve ocasiones a su cita.

Además de esa pena, la artista deberá acudir durante tres meses a rehabilitación. "No me tomo esto como una broma", dijo Lohan. "Es mi vida. Es mi carrera. Soy responsable de mis acciones ", aseguró la actriz a la juez.