El BBVA ganó 1.702 millones de euros hasta septiembre, casi un 12 % menos que un año antes, entre otras cosas por el impacto en las cuentas del tercer trimestre de la incorporación del banco turco Garanti.

Este hecho obligó a BBVA a anotarse unas pérdidas de 1.840 millones de euros que, unido a la depreciación de algunas divisas y a pesar del auge del negocio, hicieron que el banco registrara unos números rojos de más de 1.000 millones entre julio y septiembre.

El mercado reaccionó a este dato con una caída superior al 4,5 % poco después de las 14h, con lo que lideraba las pérdidas y arrastraba al resto del IBEX 35.

Aún así, la entidad se muestra optimista de cara al futuro ya que espera no tener que devolver ni un euro más a sus clientes por las polémicas cláusulas suelo que eliminó en mayo de 2013 a pesar de que la justicia europea pueda obligar a reintegrar lo cobrado de más con carácter retroactivo.

En el caso de BBVA, su consejero delegado, Carlos Torres, ha insistido en que el Tribunal Supremo ya dictó jurisprudencia y declaró nulos los umbrales que el banco aplicaba en sus hipotecas, por lo que no prevé ninguna sorpresa al respecto.

Tampoco espera que las haya en el plano económico tras las elecciones generales porque ha pedido al gobierno que salga, "sea cual sea", que continúe con las reformas para reforzar la competitividad de España, un país por el que BBVA ha apostado en los últimos años.

Ahora seguirá mirando oportunidades por si es necesario presentar alguna oferta, pero el banco recuerda que en los últimos años ha comprado Unnim y CatalunyaBanc, ambas en un mercado que sigue considerando "muy importante" y "muy atractivo".

Quizás por eso, el número dos de BBVA ha querido pronunciarse sobre la declaración de independencia de Cataluña y ha pedido que la situación se reconduzca dentro del Estado de derecho, pues "no beneficia a nadie".

Volviendo a los resultados, el banco aclara que si se excluyen operaciones extraordinarias como la venta parcial del banco chino CNCB, la adquisición de Catalunya Banc o el impacto de la integración del turco Garanti, el beneficio neto hubiera crecido el 45,9 % y alcanzado los 2.815 millones de euros.

En el capítulo de los ingresos, el margen bruto creció un 12,5 % interanual, hasta 5.980 millones de euros, lo que refleja "el dinamismo de la actividad" y confirma "que continúa el ciclo de crecimiento del beneficio", ha añadido Torres.

Los depósitos de clientes sumaron 388.856 millones de euros, un 18 % más, con lo que prácticamente avanzaron igual que el crédito, que aumentó un 18,1 % entre enero y septiembre, hasta 426.295 millones de euros.

La facturación de nuevos préstamos continuó cobrando fuerza en España, donde BBVA ganó 1.101 millones, un 32 % más, aunque si se incluye la actividad inmobiliaria, el resultado baja a 694 millones.

En el resto del mundo, BBVA obtuvo en México 1.513 millones y en América del Sur, sin Venezuela -excluida de la comparativa por el nuevo tipo de cambio del bolívar-, 689 millones, en tanto que Estados Unidos le aportó 410 millones y Turquía, 249 millones.

La morosidad del negocio de BBVA en España bajó al 6,7 %, mientras que en el conjunto del grupo se redujo al 5,6 %, frente al 6,1 % de un año antes, con una cobertura del 74 % para posibles insolvencias.

En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de resultados de BBVA, el de intereses -que refleja los ingresos- creció el 10,5 % y se situó en 12.011 millones, pese a los bajos tipos de interés, debido al dinamismo de la actividad en países emergentes y al recorte del coste del pasivo en España.

Los resultados por operaciones financieras (ROF) de los últimos tres meses se vieron negativamente afectados por la volatilidad en los mercados, pese a lo cual, en la cuenta acumulada, el margen bruto ascendió a 17.534 millones, un 12,5 % más.

Por último, el margen neto se situó en 8.510 millones, un 12,8 % más, tras restar las amortizaciones y los gastos de explotación, que crecieron el 12,12 % debido, entre otras razones, a la integración de Catalunya Banc en España.

En cuanto a la solvencia, la ratio de capital CET1 se situó a cierre de septiembre en un 11,7 %, y si se aplica el criterio "fully-loaded", que adelanta futuros impactos de la normativa de Basilea III, se queda en el 9,8 %.