El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, afirmó ayer que no hubo "ni intención ni posibilidad de engañar" en su salida a bolsa, ya que estaba "absolutamente" controlada por el Banco de España y la CNMV, a cuyos máximos responsables pedirán imputar las acusaciones del caso abierto en la Audiencia Nacional.

Ello después de que se conociera el informe en el que dos peritos designados por el Banco de España para trabajar a las órdenes del juez Fernando Andreu sostenían que las cuentas previas al debut bursátil del grupo en el verano de 2011, ni tampoco las formuladas por Rato y las reformuladas por José Ignacio Goirigolzarri en 2012 reflejaron su "imagen fiel".

La pericial ha provocado que algunas acusaciones, como las ejercidas por UPyD y Adicae, anuncien la petición de nuevas diligencias en el "caso Bankia".

Así, reclamarán una vez más la imputación del exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la del expresidente de la CNMV, Julio Segura, y la de Deloitte y su socio auditor, Francisco Celma, que avaló las cuentas sin detectar los "errores contables" y que la Audiencia ha denegado en varias ocasiones.

También barajan la posibilidad de que Goirigolzarri deba volver al tribunal para aclarar las críticas que vierte sobre su reformulación el informe aunque, según precisó el abogado de UPyD Andrés Herzog, el "reproche no es comparable" desde el punto de vista penal al que se puede achacar a Rato.

El propio expresidente de Bankia subrayó que los miembros de la entidad estaban "absolutamente controlados" por los organismos supervisores y que por ello no había la más "mínima posibilidad" de engañar a los inversores, y tampoco la "intención" de hacerlo.

Asimismo, la pericial del caso Bankia abre la puerta a que las 29 empresas que, según el informe, adquirieron acciones en el debut bursátil, algunas incluso "con relaciones de dependencia" respecto a la entidad y otras con operaciones refinanciadas y retrasos.