El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que el apoyo del Estado al sistema financiero español ha reportado un saldo positivo de 3.300 millones de euros a las cuentas públicas.

En una entrevista radiofónica, sostuvo que pese a que muchos ciudadanos piensen que se ha dado dinero a los bancos, "lo que se ha hecho es avalarlos a cambio del cobro de intereses, y respaldarles para que pudieran emitir deuda y que sus activos pudieran mantener valor.

Rodríguez Zapatero resaltó que la gestión del Gobierno se ha centrado al máximo en que el dinero público no termine en los bancos y en garantizar los depósitos de ahorros de todos los españoles, y agregó que, "en paralelo, ha aprobado siete medidas fiscales para que el reparto del coste de la crisis se centre más en las rentas más altas, al tiempo que se ha incrementado la protección por desempleo".

En este contexto, subrayó: "Debemos explicarlo una y cien veces, no voy a discutir la cifra de paro o de paro juvenil, pero sí debo aclarar la política de ayuda del Gobierno a los bancos. Otros gobiernos europeos han inyectado mucho dinero público, pero nosotros hasta ahora solo hemos avalado y respaldado a las entidades bancarias.

Por otro lado, argumentó que la crisis empieza a ceder y que los efectos de este proceso se comenzarán a apreciar a finales de este año y principios del que viene. Según sus cálculos, la economía española acabará el año con un crecimiento del 1%.

Tras aportar este dato, los expertos se apresuraron a señalar que Zapatero había tenido un "lapsus", ya que la previsión oficial es que progrese el 1,3%.

A su vez, el jefe de Gobierno apuntó que el Ejecutivo central tiene por delante "una tarea ingente" y que sólo se conseguirá la reactivación económica y del empleo, mejorando la competitividad, la educación, la tecnología, la innovación y cambiando de modelo productivo.

Entre tanto, el último informe del panel de expertos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), difundido ayer, mantiene en el 0,8% la previsión del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en España para 2011, aunque se ha reducido el alza de la demanda nacional, lo que se ha visto compensado con el incremento de las exportaciones e importaciones. Tampoco el documento incluye cambios en la tasa de crecimiento para 2012, que sigue en el 1,5%.