CCOO aboga por "ensayar" la posibilidad de un acuerdo global, mas allá de la reforma de las pensiones, que daría más tranquilidad a la sociedad para afrontar la crisis y enviaría un mensaje "más nítido a los mercados".

El secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, explicó en rueda de prensa los planteamientos que ha analizado hoy su Consejo Confederal, máximo órgano decisorio de la organización entre congresos, y dijo que dicho acuerdo global debería abarcar otras cuestiones además de la reforma de las pensiones.

Aunque Lezcano se mostró tajante en cuanto al rechazo del sindicato a elevar la edad de jubilación a los 67 años, dijo que la situación económica aconseja enviar "al país y fuera del país" un mensaje de unidad de las fuerzas políticas y sociales "en aras de solventar la situación".

"La línea divisoria entre el acuerdo y el conflicto está en la obligatoriedad de la jubilación a los 67 años", insistió Lezcano, quien recordó que se estudian fórmulas flexibles para acercar la edad real de jubilación a la legal.

El sindicato ha fijado el límite del 25 de enero, fecha en la que se debaten en el Parlamento las recomendaciones del Pacto de Toledo, para que haya un documento concreto "con un horizonte muy preciso" sobre las pensiones, teniendo en cuenta que el Gobierno aprobara el decreto ley sobre las mismas el día 28.

Para esa fecha "sería indispensable tener tasado el nivel de acuerdo o desacuerdo en el tema de las pensiones", dijo Lezcano.

En cuanto a la huelga general, adelantó que habrá otro Consejo Confederal extraordinario que decidirá en su caso si la convoca o no en función de cómo transcurran las negociaciones.

Preguntado sobre la voluntad de CCOO de enviar un mensaje tranquilizador a los mercados, Lezcano respondió que a cualquier ciudadano, "dentro y fuera de España", le merece más confianza una reforma pactada.

En este sentido, precisó que alcanzar el acuerdo no es "un balón de oxígeno al Gobierno", sino "un acto de responsabilidad".

Insistió en que "tiene mucha más fuerza" un mensaje de reforma de pensiones, manteniendo la jubilación a los 65 años, avalada por el Parlamento y los agentes sociales.

Asimismo, dijo que la necesidad de "aunar esfuerzos" no es nada nuevo para el sindicato y "no tiene que ver" con la incorporación de los vicepresidentes Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado a las negociaciones.

Dicho acuerdo abarcaría, además de las pensiones, asuntos como la negociación colectiva, algunos aspectos de la reforma laboral, las políticas activas de empleo, industriales, energéticas y el acuerdo de los empleados públicos.

Según Lezcano, hoy también se ha sometido al Consejo la idea de que el sindicato no va a "regatear" esfuerzos para conseguir un acuerdo, pero al mismo tiempo "preparar" a la organización "ante un eventual desacuerdo".

Con respecto a la reforma laboral, ya aprobada, dijo que hay cuestiones de los reglamentos en las que aún se puede trabajar, pero que hay otras en las que "ya no se puede", aunque señaló que los sindicatos serán "incisivos" con la recogida de firmas para la iniciativa legislativa popular, que "entienden" como una "segunda oportunidad parlamentaria".