La receta para hacer frente a la desconfianza de los inversores es "más trasparencia", en opinión del gobernador del Banco de España (en la fotografía), que recalca que en los tres años de crisis se ha podido comprobar que "en muchas ocasiones la información de que disponen los mercados es difusa o insuficiente y los inversores configuran su visión de las distintas economías de una forma poco matizada. Lo que hemos aprendido, cuando este es el caso, es que criticar su ignorancia sirve de poco en términos prácticos. La reacción más adecuada es proporcionarles la mayor y mejor información posible". Las pruebas de resistencia, agregó Ordóñez, se hicieron a finales de julio, y "como pueden suponer, el valor de los activos inmobiliarios de la banca española poco puede haber variado desde entonces. Nada ha cambiado sustancialmente del resto de las hipótesis y, sin embargo, los mercados han parecido olvidarlo porque han entrado en la lógica de si Irlanda ha tenido un problema inmobiliario y tiene serios problemas bancarios, algo parecido podría ocurrir en España. Una sospecha que se ha visto reforzada por el hecho de que las entidades irlandesas también superaron los stress-test".

Esta opinión la comparte el secretario general de la AEB, Pedro Pablo Villasante, que en la presentación de resultados de la banca española hasta septiembre dijo que "es injusto e inadecuado que se cuestione a la banca española" tras unas pruebas de esfuerzo que incluían criterios más severos que los del resto de países. Los bancos ganaron 11.089 millones hasta ese mes, lo que significa una reducción del 12,8% en relación al mismo periodo del año anterior, debido al esfuerzo notable realizado en dotaciones a provisiones, de 16.367 millones.