El 41ª edición del Rally Dakar arranca hoy con la primera de las 10 etapas que forman la edición más compacta de su historia, con la novedad de que será solo en Perú, con aspirantes españoles en los Mini de Carlos Sainz y Nani Roma, en coches, y la baza de Barreda (Honda) en motos.

La cita más dura y exigente del motor permitió este 2019 a sus pilotos comerse las uvas del año nuevo tranquilamente, antes de ir poniendo rumbo a Lima. Perú se queda en solitario este Dakar, desde el prólogo del domingo y hasta que el 17 de enero regrese a su capital, cuando se cumple una década del salto a Sudamérica.

La mayor parte del rally se desarrollará entre dunas, arena y desierto, garantizando la dureza y dificultad de un Dakar que siempre obliga a esperar hasta la última meta. La complicada navegación en terreno abierto, la resistencia física de más de 5.000 kilómetros compactados e intensos: Perú promete máximo suspense.

Los nombres, con un amplio racimo de debutantes, sonarán conocidos, como son las bazas españolas. En coches, Sainz defiende título, este año con cambio de vehículo en su paso a Mini, donde comparte equipo con otro aspirante y antiguo campeón, Nani Roma. El madrileño buscará su tercer título, con tres coches distintos después del año pasado con Peugeot y en 2010 con Volkswagen.

En motos se vivirá un todos contra KTM, ganador de las últimas 17 ediciones, en busca de un triunfo más con Matthias Walkner -vigente campeón-, Sam Sunderland (2017) y Toby Price (2016). En lucha estará el equipo Honda, con Benavides, Gonçalves y Barreda, y las Yamaha de Van Beveren y De Soultrait.