"Problemas". Álvaro Cervera resumió con una sola palabra lo que espera del Tenerife. El entrenador del Cádiz, y preparador blanquiazul durante dos campañas y media, no ocultó su respeto y admiración por su rival de mañana. Entre otras cosas, afirmó que José Luis Martí cuenta con "una de las mejores delanteras" de la categoría.

"Es un muy buen equipo y está haciendo una gran temporada", dijo Cervera sobre un Tenerife que "lleva cuatro años en Segunda, siempre mirando hacia arriba y creciendo un poco más, y ahora tiene la posibilidad de luchar por subir".

Respecto al estilo del conjunto insular, destacó que "está bien trabajado y estructurado", y añadió que "es muy valiente y siempre va al frente". Álvaro opinó trata de ganar con "una manera atrevida de jugar" y remarcó que es "muy peligroso arriba", a pesar de la baja de Lozano, dado que ataca con jugadores como Suso y Amath.

Cervera calificó el encuentro de mañana como "importantísimo", ya que el Cádiz, que es tercero en la clasificación, recibe a su más cercano perseguidor con un margen de 4 puntos que espera ampliar. En este sentido, después de alcanzar el objetivo básico de garantizar la permanencia, el entrenador confesó que la siguiente meta está en el ascenso, desafío que trasladó a su plantilla en el comienzo de esta semana. "La tarea ya está hecha, pero la hicimos pronto y ahora tenemos que pelear", dijo refiriéndose a las opciones del Cádiz de volver a Primera. "El mensaje de este lunes fue que no vamos a parar. Nos pueden parar los demás, que es posible, el tiempo o el cuerpo, pero nosotros, no", contó Álvaro, a quien le asalta la duda de saber si sus futbolistas mantendrán el alto rendimiento ofrecido hasta ahora. "La Liga es larga y hemos ido a buen ritmo durante su mayor parte. Sabemos que los meses finales son los que más van a costar, y los grandes equipos son los que dan el arreón final en los últimos partidos, así que esperamos tener gasolina para eso, pero ya hemos gastado mucha".

Con estos argumentos, tampoco renunció a dar caza al segundo de la tabla, el Girona, al que el Cádiz derrotó la pasada jornada, aunque recordó que todo dependerá de "los puntos que se pueda dejar" el conjunto catalán. "En el fútbol puede pasar que uno deje de ganar sin saber por qué", señaló imaginando una inesperada crisis del Girona.

Precisamente, Cervera vivió una experiencia negativa de ese tipo en la Liga 2013/14, estando en el banquillo del Tenerife. A falta de siete fechas para el cierre del curso, el representativo era uno de los implicados en la lucha por el ascenso y, contra todo pronóstico, no sumó ni uno de los últimos 21 puntos por los que compitió. Pasado el tiempo, reconoció que la estrategia elegida por los técnicos, en cuanto a la consigna que recibieron los jugadores, no ayudó. "Quizás dimos un mensaje interno de decir: gente, lo hemos conseguido y vamos a disfrutar de aquí al final. Lo hicimos y también lo peleamos, aunque parezca que no fue así, y merecimos ganar muchos de esos siete partidos. No fue por no querer, sino porque no pudimos. Fue una pena, pero así pasó, pero de todas las cosas se aprende".

En el plano sentimental, admitió que tener como adversario a un club en el que trabajó y, entre otros éxitos, logró un ascenso a Segunda División, "es especial", No obstante, apuntó que su etapa profesional en la Isla "pasó hace algún tiempo" y que, a partir de ahí, cada una de las partes siguió su camino. "Me alegro del éxito de mucha gente que tengo allí, y ellos se alegran de que me vayan bien las cosas", comentó Cervera.