La nadadora española Mireia Belmonte se quedó fuera del podio en su primera final en los Mundiales de piscina corta de Windsor (Canadá), tras concluir en quinta posición la final de los 400 estilos con un tiempo de 4:32.98 minutos.

Una marca peor, que la que Belmonte firmó en las preliminares, en las que logró el tercer mejor crono de todas las participantes con un tiempo de 4:31.14, más de un segundo y medio mejor que el registró de la española en la final.

Tiempo que encuentra su justificación en las grises prestaciones que la nadadora española tuvo en la posta de espalda, en la Mireia Belmonte firmó 1.07 segundos más que en la eliminatorias.

Circunstancia que condenó a la nadadora de Badalona, bronce en esta distancia en los pasados Juegos Olímpicos de Río, a afrontar las dos últimas postas -braza y libre- desde la última posición, muy lejos ya de la lucha por las medallas.

No obstante, Mireia Belmonte, que llegaba a Canadá como vigente campeona del Mundo, no se rindió y peleó denodadamente por recortar su desventaja, aunque entonces la española acusó su falta de competición previa al inicio del Mundial.

Y es que, a diferencia de la húngara Katinka Hosszu, que finalmente se hizo con el oro, Belmonte, que tiene como gran objetivo esta temporada el Mundial de piscina larga que se disputará el próximo verano en Budapest, apenas ha competido desde los Juegos de Río.

Una falta de rodaje que tan sólo le permitió remontar dos plazas, para concluir en una sexta posición, a más de 5 segundos de la medalla de bronce, que finalmente se convirtió en un quinto puesto, tras la descalificación de la vietnamita Anh Vien Nguyen, que se vio privada por los jueces de la medalla de plata.

Una decisión que permitió a la estadounidense Madisyn Cox subir al tercer escalón del podio con una marca de 4:27.78, por detrás de su compatriota Ella Eastin, plata con un crono de 4:27.74, y la húngara Katinka Hosszu que se alzó con el oro.

Triunfo que permitió a la nadadora magiar, que se impuso con un tiempo de 4:21.67, resarcirse de la derrota que unos minutos antes había sufrido en la final de los 200 libre, en la que Hosszu tuvo que conformarse con la plata por detrás de la italiana Federica Pellegrini.