El Parlamento de Canarias aprobó ayer, en la comisión de Cultura y Turismo, la nueva ley de Patrimonio Cultural de Canarias, que sustituirá a la norma vigente, que data de 1999. El nuevo texto debe ser respaldado de forma definitiva por el pleno de la Cámara, pero los grupos políticos se congratularon ayer de unos cambios que consideran muy importantes por la mayor amplitud que tiene ahora el patrimonio histórico, así como por la extensión de los BIC a nuevas modalidades, como los bienes industriales.

El preámbulo, cuerpo principal legislativo y el nombre de la ley fueron aprobados ayer por unanimidad. Sin embargo, a la comisión llegaron vivas numerosas enmiendas de diversos partidos que, al final, se apoyaron en su mayoría (con algunas abstenciones o votos contrarios).

Una de las grandes diferencias ayer, que se reeditará seguramente en la sesión plenaria, consistió en la pretensión del PSOE de incluir una enmienda para que la ley se abriera a la paleontología. La diputada socialista María Victoria Hernández lamentó que esta parte quede derivada a la normativa medio ambiental, pero el resto de grupos consideran que la disposición adicional acordada es suficiente como para que quede garantizada por el nuevo texto.

Juan Manuel García Ramos (CC-PNC) diferenció la paleontología de la arqueología, si bien recordó que, en La Graciosa y en otras zonas del Noroeste de África, se usaban las conchas de lapas como monedas, con lo que la ciencia que estudia la evolución de la vida entroncaba en este caso con la historia humana. No obstante, el grupo que declinó la balanza para rechazar la enmienda socialista fue Podemos, cuyo diputado Francisco Déniz indicó que la disposición era suficiente para que la paleontología quede adecuadamente tratada y ligada, además, a los parajes protegidos.

Hernández, por el contrario, recalcó que hay zonas, como Las Teresitas o la avenida de Canarias, en las que se han descubierto muchos restos de valor paleontológico que, a su juicio, se han perdido o perjudicado y que se pierde una gran ocasión para evitar casos similares en el futuro.

García Ramos también mantuvo su enmienda (respaldada) para que se matice que los restos humanos no son simples bienes muebles (o inmuebles), sino que deben tener un tato de especial sensibilidad. Por lo demás, la norma es muy amplia y supone un salto cualitativo en la protección y difusión.