La rumba flamenca vivía un antes y un después en 1973 con la aparición de Los Chichos, mítica formación que este viernes se ha despedido de los escenarios madrileños con un público entusiasta y con artistas invitados como Los Chunguitos.

El Inverfest 2018 del Teatro Circo Price pasará a la historia como el último escenario madrileño en el que han actuado, ante alrededor de 1000 espectadores que han vitoreado sus grandes éxitos, la formación compuesta por Emilio y Julio González, y el hijo del primero, Emilio González "Junior".

"Es un placer y un honor estar con todos ustedes en nuestra despedida aquí en Madrid, pero nosotros seguiremos trabajando", ha proclamado Emilio al aparecer en el Circo Price, vestido de traje negro, del que prescindió de chaqueta entre risas del público cinco canciones después.

Con un contundente "Aquí estamos Los Chichos para lo que haga falta", el grupo ha comenzado un concierto "interactivo": "Es interactivo porque ustedes van a cantar esta noche como no han cantado nunca", ha apostillado Emilio "Junior".

Y el "eternamente nuevo" de Los Chichos -se unió a la banda tras la salida en 1990 de Juan Antonio Jiménez "Jeros" (1951-1995)- no solo se refería al público.

Para su última actuación en su ciudad -"somos madrileños nacidos y criados, castellanos", ha apostillado Julio-, Los Chichos se han reservado actuaciones con artistas invitados que han ido anunciando a medida que transcurría el espectáculo.

Los primeros de ellos, Los Chunguitos, han reivindicado que Los Chichos "en el mundo de la música son unos monstruos", después de cantar "Mujer cruel", del álbum "Bailarás con alegría" (1981).

"Mujer cruel, mujer cruel / cómo podías tú vivir / cómo podías tú vivir / ay, con dos hombres a la vez", han cantado a cinco voces los dos grupos de referencia en rumba flamenca.

Y lo han hecho acompañados de un coro, teclado, batería, bajo y guitarra española y eléctrica, músicos a los que Emilio "Junior" ha presentado uno a uno ante el público.

"Esta mujer que hay aquí es mi tía Nieves. Los coros femeninos que lleváis escuchando 30 o 40 años son de mi tía Nieves. Y este es mi hermano Isaac, mi único hermano y le quiero más que a mi vida. Y esta rubia explosiva es Anabel. Pido un fuerte aplauso para ellos", ha señalado el cantante.

Aunque Emilio "Junior" también ha querido "ponerse serio": "Quiero pedir el aplauso más fuerte de toda la noche a nuestro compañero ''Jeros'', que en paz descanse".

Pasadas las 21:05 horas, Los Chichos han saltado esta noche a las tablas con 22 millones de discos vendidos a cuestas y con "Sea como sea", tema al que ha seguido otro éxito, "Son ilusiones" -ambas del álbum "Son ilusiones" (1977)-, y más tarde "Amor pecador" o "A dos amigos".

En su tónica reivindicativa, han dedicado "Amor de compraventa" a las "trabajadoras de la calle"; "Calla chiquitín" a "todos los niños del mundo"; "Ni tú, ni yo" a "todos los presos comunes de España" y "La Cachimba" a la "gente que se fuma la hierba antes de pisarla".

El cantaor El Chaleco, hijo del mítico Antonio El Chaqueta y sobrino de Los Chichos, ha protagonizado otra de las sorpresas de la noche, interpretando "El Vaquilla" en el escenario, y La Húngara ha hecho lo propio con "Quiero ser libre", la canción "debut" de los madrileños.

Los Chichos han terminado el concierto como lo han empezado: en familia. Julio ha invitado al escenario a su nieta de 15 años, Aroa, quien le ha acompañado bailando el último tema de la noche, "Bailarás con alegría".

Animados por el público y su insistentes "ÑOtra, otraÑ", Los Chichos han regresado a las tablas del Crico Price para rematar la faena con "La Historia de Juan Castillo".

"Ojito, ojito. Nos quedaríamos aquí como tres o cuatro horas más, pero nos obligan a terminar a un tiempo, aunque no podemos irnos sin cantar eso de ''Ni más ni menos''. Madrid, para vosotros desde nuestro corazón. Os queremos", ha concluido la formación que desde 1973 reivindica sus raíces gitanas.