Tenerife no tiene un solo auditorio, sino dos. El Auditorio Adán Martín y el Magma Arte y Congresos, Ambos centros fueron coetáneos en el tiempo, mientras que el Auditorio de Tenerife se inauguró en septiembre de 2003, el Magma abrió sus puertas en noviembre de 2005.

El Auditorio de Tenerife depende del Cabildo de Tenerife y tiene un modelo de gestión directa por parte de la Administración Pública, en cambio el Magma depende del Gobierno de Canarias y es gestionado de manera indirecta por la administración, por un tercero, a través de un concurso público de gestión y explotación del edificio.

Durante la construcción de ambos centros culturales se trabajó conjuntamente con la orquesta sinfónica para que el Magma pudiera ser la segunda casa de la Orquesta, o la casa de la orquesta en el sur. Se pensó el Magma no solo como palacio de congresos sino como espacio para la cultura ya que el sur de la isla carecía de espacios culturales de alta calidad como los que se estaban programando en el área metropolitana a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Se pensó para Tenerife un triángulo de auditorios que permitiera llevar la gran oferta musical programada anualmente por el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias a tres puntos, el sur (en el Magma), el norte (el Auditorio Teobaldo Power de la Orotava, cuyo proyecto de reforma se truncó, y en Santa Cruz el Auditorio de Tenerife. También fue el mismo momento histórico donde se procedió a la rehabilitación de los dos teatros de La Laguna, el Paraninfo y el Teatro Leal. De esta manera se completaba el escenario de grandes instalaciones preparadas acústicamente para acoger la programación de la Orquesta Sinfónica de Tenerife o del Festival de Música de Canarias.

Mientras el coste del auditorio de Tenerife llegó a 72,3 millones de euros, el del Magma fue de un total de 28,9 millones de euros, en su época fue el Palacio de Congresos más barato de todo el sur de Europa. Ahora, 18 años después de su inauguración reparar las deficiencias en el Auditorio se estima que cuesta 3 millones de euros. En cuanto al Magma, hasta el momento ni se ha invertido hasta el momento presupuesto público en su mantenimiento.

El presupuesto público del Auditorio de Tenerife según datos del propio Cabildo, se invierte este año la cantidad de 2.365.985,35? (más, si sumamos los programas educativos). El presupuesto público para el Magma es cero euros. Es la diferencia en el modelo de gestión, lo que los hace diferentes. No sorprende que fueran pensados diferentes, pues ya en el momento de su concepción se sabía que en el sur cualquier infraestructura de este tipo podría ser más rentable. Lo que sorprende es que el Auditorio de Tenerife no haya teniendo en consideración la necesidad de acercar (o crear) su oferta cultural también en el sur de la isla, teniendo ya la infraestructura perfecta para hacerlo. También sorprende que el propio Gobierno de Canarias no programe ni un solo concierto del Festival de Música en el sur, teniendo el Magma.

Ni la opera ha llegado al Magma ni la música de la OST, y ambas cosas son posibles, pues el Magma, fue un proyecto de arquitectura e investigación en acústica con una materialidad innovadora. La experimentación con el uso del hormigón picado como material de construcción, junto con difusores en la superficie del mismo, permitió experimentar con las propiedades plásticas y acústicas del material creando una sala de conciertos de una acústica regulable (reflectante o absorbente, en función del uso) con extraordinaria precisión.