Excavaciones de la arquitectura y los depósitos asociados dejados por los cazadores-recolectores en el Desierto Negro, en Jordania del este, han revelado huesos de ovejas salvajes, una especie previamente no identificada en esta área en el ''Pleistoceno superior''. Según el equipo de arqueólogos de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, que realizó las excavaciones, el descubrimiento es una prueba más de que la región, a menudo considerada como una "zona marginal", fue capaz de soportar una variedad de recursos, incluyendo una población de ovejas salvajes, hace 14.500 años.

Un artículo sobre el estudio realizado por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Copenhague, publicado en la revista ''Open Science'', de la Royal Society, plantea que la región ahora conocida como el Desierto Negro, en el este de Jordania, pudo sostener una población de ovejas silvestres.

"Sobre la base del análisis morfológico y métrico de los restos faunísticos de los depósitos de prealfarería de un cazador-recolector del Neolítico y natufiense, podemos documentar que las ovejas silvestres habrían habitado el entorno local durante todo el año y formado un recurso importante para la población humana, lo que significa que no podemos confiar en mapas a gran escala que muestren las distribuciones de animales salvajes antiguos como líneas puras", dice la zooarqueóloga y primera autora del estudio, Lisa Yeomans, de la Universidad de Copenhague.

LOS CAZADORES-RECOLECTORES, ADAPTABLES

El equipo ha estado investigando la ocupación humana en el Pleistoceno tardío del este de Jordania. Se ha reconocido desde hace tiempo al Levante (es decir, la actual Jordania, Israel, Palestina, Líbano y Siria) como una región importante asociada con los cambios en la complejidad social y los avances en la economía de subsistencia que prevalecieron al progreso de la agricultura y el cultivo.

Hasta ahora, las investigaciones se han centrado generalmente en la ocupación natufiense del corredor levantino mientras que el este de Jordania se consideraba un ambiente más marginal. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que este "entorno marginal" del este de Jordania fue un entorno rico en recursos que ofreció a la gente la oportunidad de cazar una variedad de especies.

"Nuestros hallazgos ilustran cómo de adaptables fueron los seres humanos hace casi 14.500 años en un periodo de cambio climático: las ovejas salvajes ofrecieron a las poblaciones neolíticas de natufienses y pre-alfareros una miríada de recursos que pudieron explotarse durante el Pleistoceno tardío incluso en esta zona más marginal más allá de la zona mediterránea --explica Lisa Yeomans--. A pesar de las influencias del clima sobre los recursos presentados a estos cazadores-buscadores, sus estrategias de subsistencia eran flexibles y pudieron cambiar el enfoque. Cazar ovejas salvajes es sólo una de las formas en que esto se refleja en el registro arqueológico".