Todos hemos visto cómo deslizando los dedos desde la nuca hasta la cabeza alguien recoge su cabello para que, con el desparpajo que ante este acto sale innato, quede sujeto con horquillas, peinillo o una goma, permitiendo que quien observa pueda apreciar la belleza del rostro. Cada expresión: el movimiento de los ojos, el juego de los labios, incluso la atención de los oídos se pueden apreciar cuando la cara queda al descubierto. Los encantos de quien lo porta serán un regalo para quien es capaz de admirarlos. Más allá de la función meramente estética este tipo de recogido del pelo es práctico y cómodo.

Hoy la tendencia se mueve con el conocido "top knot", que no solo se impone para salir del paso, como cuando estamos en medio de una tarea, es el recogido más "in" del momento, tanto como para llevarlo a una primera cita. Los moños superaltos no es que nazcan ahora, han estado en el catálogo de los peinados interesantes desde siempre, aunque es en este momento cuando causan furor. Evocando la imagen de las estrellas de Hollywood más de una persona ha tirado hacía arriba de su cabellera, agitándolo con disimulo. En busca de estar lo más favorecidos posibles -este peinado es unisex- podremos optar por hacerlo muy tirante, donde las facciones quedarán despejadas y el rostro se mostrará afinado, o despeinado como si lo hubiéramos hecho con las manos, dejando que se nos cuelen nudos y algún tupé. El atado que hace de eje principal, coronando la cabeza, se presta a acompañarse de flequillo pero también a llevarse con la frente totalmente limpia. Este es uno de los peinados que hoy se usan para lucir sofisticada durante un evento de noche, sin ser incompatible con un look desenfadado y divertido de una mañana cualquiera.

Entre los recogidos que se apoyan casi en la nuca el clásico "chignon" es siempre un acierto. Es sobrio, puede parecer demasiado formal pero no debemos olvidar que trabajándolo bien y puliendo el cabello siempre logra dar un aspecto muy elegante.

Cuando de ser esbelto y sugerente se trata los "moños italianos" son los que lograrán para el estilismo un toque de distinción. El pelo se envuelve en la parte posterior como si abrazara un cilindro quedando más ahuecado en la zona superior. Ayuda a resaltar los hombros y a hacer que el cuello se muestre limpio. Esta seguramente será la propuesta que más conocemos. Lo han llevado las mujeres más sofisticadas de la historia para rodar algunas de las escenas más conocidas del cine, acompañados de brillantes y boquilla. Otras bellas damas lo han escondido bajo el tul más delicado, siendo el elegido para sellar los momentos que nadie jamás olvidará.

Otro de los de siempre es el que se asemeja a una castaña. Como si partiéramos de una coleta llevaremos hacía la parte interior la punta de la misma y conseguiremos el acabado perfecto.

Hay mujeres que han creado moda, también en lo que a recoger su cabello se refiere, no solo para una época sino para que perduren en el tiempo. Casi cualquiera puede recordar aquellos moños opulentos, muy cardados que hacen parecer a las mujeres altivas e inalcanzables. Aderezado con mucha laca y un buen pulido, era el complemento a los trajes que jugaban con los tejidos más ricos, aquellos que se acompañaron de pieles y piedras preciosas. Con el paso del tiempo esa frialdad se cambia por un aspecto más accesible, algo que parezca más real. Las coronillas un poco abultadas, llevadas a los peinados más casuales. Los moños "Messy" son los reyes de los recogidos despeinados. Una vez esté formado despegaremos, ayudándonos de un peine de cardado, el pelo dejando que algún mechón caiga dibujando una onda casual. Tal vez podemos creer que es uno de los más complejos, cuando a decir verdad podemos conseguirlo despeinando el clásico moño de bailarina. Sin duda esta opción se beneficia de ser tan desenfadado que no pecará de ponernos años, que es uno de los peligros que se corren cuando decidimos que a nuestro estilismo le acompañe este tipo de peinado. Si se quiere conseguir que sea casi "babydoll" opta por el flequillo de lado, y asimétrico.

La imagen que se quiere dar se puede hacer más rica a base de trenzas. Cosidas en la zona superior y finalizando con un nudo. La tendencia nos lleva a apostar por los que juegan con los "twist". Los "rulitos" que se llevan desde la sien son actuales y muy sencillos de hacer nosotros mismos. Todos esos adornos que se elaboran con el propio cabello conseguirán dar un aspecto más jovial además de ser muy favorecedores.

Los apliques que pueden complementar el peinado son tan amplios como seamos capaces de imaginar; sin embargo, si lo que pretendemos es que el moño sea el protagonista cuanto menos lo recarguemos más se disfrutará del peinado elaborado, ya sea para un día de trabajo en una oficina, para un evento de lo más informal de una tarde de otoño o para la celebración más protocolaria de las fiestas que entran. Sea como sea, si optas por un recogido procura que vaya más allá de un simple moño.