"El mejor director es aquel que transforma a alguien en la sala de cine", ha manifestado este lunes la actriz francesa Juliette Binoche, protagonista de ''Nadie quiere la noche'', la nueva película de Isabel Coixet que se estrenará en los cines el 27 de noviembre.

"¿Qué pasa cuando uno baja de un pedestal y se convierte en alguien más accesible y humano?", se pregunta la intérprete durante una entrevista concedida a Europa Press. La respuesta a esa pregunta es el argumento de la cinta que ahora presenta y que ha clausurado la 60 edición de la Seminci de Valladolid.

En esta cinta, Binoche se mete en la piel de Josephine Peary, esposa del expedicionario Robert Peary, la primera persona que llegó al Polo Norte. Obsesionada por acompañar a su marido en su hazaña, decide encontrarse con él a pesar del peligro y de las condiciones climáticas, un recorrido que cambiará por completo su vida.

Tal y como ha explicado Binoche, su personaje emprende un "camino interior" cuyos efectos se perciben en su cuerpo y en su conciencia, en el que se encuentra con la joven esquimal Allaka, una mujer que aparentemente es su "adversario" y que se convierte en su "mejor amiga".

Josephine Peary se presenta como "una conquistadora que desafía a todo el mundo" y que muestra su cara más "insensata", hasta el momento en el que "no puede moverse y ha de mirar dentro". "Gracias a Allaka y a las circunstancias que la rodean --la noche, el fío y el hambre-- encuentra la libertad y el amor", ha señalado.

En cuanto a la manera en la que la actriz trabajó la intensidad y las diferentes texturas de su personaje, Binoche ha señalado que hubo "cierta cronología" en el rodaje, algo que ayuda "mucho". Además, ha señalado que cuanto más se metían en la historia más difícil era en el sentido emocional, porque hay "un abandono hacia lo imposible". "Vivir en semejante posibilidad es muy difícil, hubo una ocasión en que me resultó muy difícil", ha confesado.

Las escenas extremas de la película no siempre se rodaron en condiciones de frío, puesto que algunos momentos del filme se captaron en Canarias. En este sentido, la actriz ha señalado que no pasar el mismo frío no fue ningún problema, puesto que ya ha pasado "bastante frío" en su vida y en sus películas para saberlo. "Hace unos años, en el rodaje de ''La viuda de Saint-Pierre'', de Patrice Laconte, trabajamos a -30 grados, y de eso siempre te acuerdas. Además, la imaginación también lo hace posible", ha relatado.

"LAS PALABRAS PUEDEN APAGAR LA LLAMA"

La actriz considera que "los grandes directores dejan hacer al actor", porque cree que no se puede dirigir y pedir que muestre sentimientos de profundidad o veracidad, algo que colocar en el terreno de la experiencia.

"Me gusta que el otro escuche para que la llama que crece no se apague, y a veces las palabras pueden apagarla, porque si uno es demasiado intelectual en el momento de la interpretación se corta una parte de sí mismo", ha dicho.

Binoche ha recibido este fin de semana la Espiga de Oro de Honor de la Seminci y el director del festival se ha referido a ella como la "reina del cine de autor", en referencia a su trabajo con directores como Krzysztof Kieslowski o Michael Haneke.

En este sentido, la actriz ha señalado que cuando recibe un proyecto no piensa en términos de cine comercial o independiente, sino que lo único que le importa es si existe atracción hacia el guion.

Según explica, cuando empezó a actuar pronto entendió que los directores eran su familia, porque "en su sensibilidad está el deseo de llegar a una obra para transformar a alguien, despertarlo y conmoverlo". En cambio, "la película comercial intenta complacer a todo el mundo y ganar la mayor cantidad de dinero posible". "Acabo de llegar de Estados Unidos y allí no hablan de películas sino de producto", ha concluido.