El 81 por ciento de los residuos que acaban en los vertederos son recursos recuperables si se gestionaran bien y, de estos, el 54 por ciento es materia orgánica, el 8,5 por ciento, papel y cartón, un 5 por ciento vidrio, el 13 por ciento envases ligeros y un 0,5 por ciento, madera, según el responsable de residuos de Ecologistas en Acción, Daniel López.

Durante la presentación del informe ''Un yacimiento en la basura'' realizado por Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Fundación para la Prevención de los Residuos y el Consumo Responsable y Retorna, López ha asegurado que en España se recicla "poco y mal" y ha subrayado que una mala gestión de los residuos genera problemas por tierra, mar y aire.

Así, ha lamentado la "guerra de cifras" existente en torno a los sistemas de gestión que ofrecen las distintas administraciones porque no coinciden. Por ello, ha reclamado datos más transparentes ya que denuncia que en la actualidad el acceso físico a vertederos se prohíbe y a los datos, se oculta.

Además, el trabajo, dirigido por el catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña, Ramón Sans, apunta que el 40 por ciento de los residuos, los orgánicos, quedan fuera de la obligación de recogida selectiva. El estudio ha caracterizado el contenido de los contenedores amarillos en distintas poblaciones Pamplona, Tarrasa (Barcelona), Islas Baleares y Canarias y ha constatado que la recogida selectiva en territorios turísticos está en torno al 15 por ciento, mientras que en los no turísticos la cifra supera el 35 por ciento.

Asimismo, el trabajo refleja que el 85 por ciento de los recursos, como el aluminio, el acero, el vidrio, el plástico PET se desaprovechan y acaban en vertederos. "No recogemos la parte más importante (de los residuos) y hacemos algo, llevarlos al vertedero, que no tiene ningún valor", ha lamentado el catedrático.

En este sentido, la responsable de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, ha destacado que existen soluciones al alcance de la mano que tienen ventajas ambientales, económicas y sociales.

LA BASURA EMITE CO2

El estudio recuerda también que los residuos son causantes del 5 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y advierte de los impactos nocivos para la salud y el medio ambiente de almacenar residuos en vertederos por la descomposición en líquidos y gases.

Por ello, han puesto de ejemplo a implantar el sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), como el que ha puesto en marcha la organización Retorna en Cadaqués (Gerona), que ya ha sido probado en 40 municipios o regiones del mundo y ha conseguido tasas de recuperación de envases del 98 por ciento, con la importante reducción de gasto en materias primas. Según Retorna, cada ciudadano podría ahorrar una media de 10 euros al año de implantarse este sistema que, en la actualidad está regulado como "voluntario" en la Ley pero que, en la práctica, está descartado.

Spendeler ha subrayado que el sistema de SDDR mejoraría "drásticamente los porcentajes de recogida", pero además se conseguirían ahorros de materiales y económicos. Por ejemplo, ha indicado que una tonelada de aluminio recuperado, equivale a 9 toneladas de aluminio sin reciclar (nuevo). Por eso, ha dicho que el SDDR es "pura lógica".

En este contexto, han reclamado el desarrollo de una nueva cultura de los residuos en la que se de un valor a la basura para que pase a ser recurso, que se realicen mejoras "sustanciales" en la fracción de materia orgánica y que haga "borrón y cuenta nueva" con las políticas convencionales de tratamiento porque hay "un yacimiento en la basura".

Entre las propuestas concretas, el autor del estudio y los representantes de Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Retorna, que representa a cerca de una veintena de organización, proponen una reducción de la generación de residuos, reclaman la recogida selectiva de la materia orgánica, la implantación del SDDR; establecer una tasa adecuada de vertederos para desincentivar su uso y enunciar los vertederos ilegales y los puntos negros.

Finalmente, apuestan por promover el compostaje a escala doméstica e industrial; realizar campañas de concienciación ciudadana; impulsar los productos con más de una vida y los mercados de segunda mano así como la firma de acuerdos de colaboración con entidades locales y empresas de economía social, para extender la recogida selectiva puerta a puerta de muebles, enseres, ropas y otros objetos que puedan ser reutilizados.