La celebración los próximos 2 y 3 de noviembre del Foro Estatal de la Danza en el Auditorio de Tenerife situará a la Isla en el centro de la atención a escala nacional de las miles de personas relacionadas con este sector en España. Esta será la segunda ocasión en la que la Isla acoge este evento, aunque este año se prevé la aprobación del Plan General de la Danza, un importante documento que regulará el sector y que supone un paso sin precedentes en la "ordenación" de esta disciplina artística.

El director artístico del Auditorio de Tenerife y miembro de Comisión de Danza de la Red de Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública, José Luis Rivero, destacó la importancia de celebrar este evento en el Auditorio ya que están invitadas unas sesenta personas, entre las que figura la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el director del INAEM, Félix Palomero, así como las asociaciones de las compañías de danza, empresas, la red de salas alternativas, la federación de danzas tradicionales, además de destacadas figuras de esta disciplina artística como Víctor Ullate, Ángel Corella, María Pagés, Carmen Roche o Teresa Nieto, aunque aún tienen que confirmar su asistencia.

Rivero explicó que las dos jornadas de trabajo se centrarán en "presentar y debatir el Plan General de la Danza 2010-2014", cuya redacción comenzó hace casi un año, tras el acuerdo adoptado en julio de 2008 en Tenerife para elaborar un documento que diera respuesta a las múltiples necesidades del sector.

Tras el retraso de la celebración de este foro unos meses provocado por el cambio del titular en el Ministerio de Cultura de César Molina por Ángeles González Sinde en mayo, y el posterior relevo de Juan Carlos Marset al frente del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) en beneficio de Félix Palomero, la fecha quedó fijada desde hace más de ocho semanas, aunque aún se está esperando la confirmación de los asistentes.

Rivero apeló a la importancia de debatir y aprobar este documento pues servirá para ordenar el sector en muchos sentidos. Así, se propondrá una regulación laboral y fiscal de los bailarines, que actualmente se dan de alta como músicos, la ordenación de los circuitos de actuaciones así como la normalización de la presencia de la danza en los espacios culturales. Además, Rivero puso énfasis en la relevancia de "disponer de vías adecuadas para encauzar el talento" y, sobre todo, regular "toda la cadena de la danza, desde la creación, producción, exhibición y educación".

Rivero, uno de los profesionales del sector cultural más reputados de Canarias, cree que "en los últimos años se ha avanzado mucho en la profesionalización de la cultura a escala estatal en lo que se refiere a los artistas", señalando que "cada vez se imparte más formación y se da menos el autodidactismo entre los creadores, que antes se tenían que ocupar no sólo del aspecto artístico sino de la producción y distribución de sus espectáculos".

Rivero cree que "el incremento del asociacionismo ha jugado un papel fundamental para este colectivo a la hora de mejorar su situación". En opinión del experto, "en Canarias todo este proceso es más lento y aún existe un bajo nivel de asociacionismo", aunque matiza que el sector del teatro, por ejemplo, está "algo mejor" pues las escuelas profesionales "dan conciencia de la necesidad de aunar esfuerzos". A su juicio, a pesar de que en el Archipiélago "hay una cantera excelente de artistas el nivel de profesionalización es aún bajo".

En cuanto a la reivindicación de la cultura como un sector generador de empleo, Rivero recuerda que ese discurso "viene de lejos" y defendió este ámbito afirmando que "la cultura se justifica a sí misma sin necesidad de apelar a su aportación al PIB".

Por otra parte, en lo referente a la programación de 2010 del Auditorio de Tenerife, Rivero asegura que se está trabajando en la previsión de "un recorte presupuestario" al entender, además, que el dinero disponible de los espectadores para acudir a eventos "también disminuye", al tiempo que apeló a la "corresponsabilidad" del Auditorio con el sector económico de la cultura pues "muchas entidades dependen indirectamente de nuestra programación" y citó el caso de las empresas de iluminación, sonido, limpieza, azafatas, restaurantes y hoteles que ven implicada su actividad económica a la programación de actividades culturales.