El Museo del Prado "acaricia" ya el Atlántico. Cincuenta y nueve obras de la Pinacoteca nacional componen el catálogo de la magna exposición que se inaugura mañana en el Espacio Cultural de CajaCanarias de la capital tinerfeña bajo el título "El bodegón español en el Prado". Zurbarán, Van der Hamen, Luis Paret, Juan Bautista Romero, Antonio Ponce, Juan Fernández "el Labrador"... forman un relación de hasta 27 creadores cuyas obras integran la columna vertebral de una muestra dedicada a la naturaleza muerta que abrirá sus puertas al público a las 20:30 horas y que se podrá visitar hasta el 31 de mayo.

Este reto expositivo, que recaló ya en la capital maña durante un proyecto cultural que se desarrolló en paralelo a la Expo Zaragoza 08, tiene como comisario al historiador y geógrafo madrileño Juan J. Luna, jefe del Departamento de Pintura del siglo XVIII del Prado, quien se considera "el punto final de la evolución de un trabajo en el que participan muchas personas".

Tras su escala en Canarias, la primera de las dos que ha programado la dirección del Prado antes de 2010, las pinturas se exhibirán en La Coruña y en Valladolid. La muestra que mañana se inaugura en Tenerife "introduce algunos cambios con respecto a la que se pudo ver en Zaragoza", avanza a EL DÍA Juan J. Luna; "después", añade, "no se ha decidido aún si, tras Valladolid, irá a otra ciudad española o regresará al Prado".

"Hasta que llega el día de presentar una exposición todo es inquietud", admite el comisario. "Somos un equipo con muchas piezas que tienen que encajar bien para que el resultado sea el mejor", reitera sobre la muestra que visitará César Antonio Molina, ministro de Cultura, mañana al mediodía. Antes, a las 10:30 horas, tendrá lugar el acto inaugural en el que, entre otras personalidades, estarán presentes Álvaro Arvelo, presidente de CajaCanarias, Plácido Arango, máximo responsable del Real Patronato de Museos del Prado, Miguel Zugaza, director de la Pinacoteca nacional, y el propio Juan J. Luna, quienes facilitarán las claves de la primera muestra monográfica de obras del Prado que se realiza en el Archipiélago.

Los impulsores del evento han optado por no revelar su contenido hasta la mañana del mismo lunes. No obstante, en función de los datos a los que ha tenido acceso este periódico de forma extraoficial, uno de los principales referentes de la muestra será el bodegón pintado por Francisco de Zurbarán en 1660.

"Pequeño mundo rodante"

"Tengo la suerte de trabajar con un arquitecto muy bueno", declara Luna a propósito del proceso organizativo de las muestras itinerantes del Prado. "Esto es como un pequeño mundo que va rodando por diferentes ciudades de España y en el que todos sus miembros son protagonistas. Yo estoy en la punta del operativo, pero aquí hay que destacar la labor de los especialistas que embalado las obras, los pintores que han acondicionado la sala, los electricistas... Una exposición mal iluminada no se deja ver y le puede crear muchos problemas al espectador. La luz es decisiva, pero también lo son los seguros (alguna vez ha estado al frente de muestras cuyas pólizas cubrían posibles daños por cifras astronómicas) o aspectos aparentemente sencillos como la elaboración de un catálogo o un discurso de presentación", aclara Luna.

Sobre las dificultades que comporta el traslado de las obras a Canarias, el comisario de "El bodegón español en el Prado" alega que "es mucho más complicada llevarlas a China o Japón".

Cada vez que un cuadro sale del Prado tiene que pasar antes por el "taller". Allí, los restauradores determinan el estado de conservación de la pintura, un posible cambio de marcos o la posición exacta que va a ocupar sobre una pared. "Nunca corremos riesgos porque se eligen los mejores sitios. Aquí, el techo está un poco bajo y las mediciones de humedad han dado registros elevados, pero la sala de CajaCanarias es magnífica", elogia Luna, quien en estos momentos tiene entre manos el traslado de ocho bodegones de Luis E. Meléndez, propiedad del Prado, a una sala de Washington.