Si uno pone en cualquier buscador avistamiento de cetáceos, entre los múltiples resultados aparecen anuncios de empresas que se dedican a esta actividad aquí en Canarias. No es para menos, según numerosas publicaciones científicas nuestras aguas -debido a su temperatura y profundidad amén de su gran biodiversidad con más de 5.000 especies marinas registradas- están consideradas uno de los mejores santuarios de ballenas del mundo.

El extraordinario valor medioambiental de nuestras costas, sumado a nuestra admirable biodiversidad, ha hecho que Canarias sea reconocida con la máxima distinción que brinda la política europea en materia de conservación. En todas las Islas se han declarado Zonas Especiales de Conservación por la Orden ARM/2414/2011; es decir, son espacios de importancia comunitaria integrados en el instrumento Red Natura 2000.

No es de extrañar entonces que uno de los mayores desafíos medioambientales de las últimas décadas sea lograr compaginar nuestras prácticas turísticas y profesionales con la conservación de los recursos marinos de nuestro Archipiélago. Bajo esta premisa presenté en el último pleno del Parlamento una proposición no de ley sobre la coordinación de las actividades marinas en las Zonas de Especial Conservación (ZEC) de Canarias.

Antes de explicarles el contenido y los argumentos que utilicé para defender esta iniciativa, quiero agradecer públicamente a Alejandro Quintana Martín y a los miembros de la Asociación de Cetáceos del Sur de Tenerife (ACEST) su colaboración y predisposición para trabajar conjuntamente. Sin ellos, y su pasión contagiosa, no podría haber sido posible.

Si algo me hicieron entender desde el primer momento es que algo está fallando cuando la densidad de calderones tropicales ha caído en picado durante los últimos 15 años o cuando las ballenas residentes en el Sur de Tenerife, por poner un ejemplo, tienen semejantes niveles de estrés.

Urge identificar las carencias e introducir medidas eficientes de coordinación para mejorar el cumplimiento de las normas de protección y mantener la actividad económica al mismo tiempo. El fin último de esta PNL es poner orden para que el avistamiento de cetáceos -una práctica que genera empleo y un volumen de negocio prioritario- se haga con todos los estándares de excelencia, calidad y, ante todo, con respeto hacia los animales marinos más vulnerables.

Sostenibilidad y equilibrio frente a la sobreexplotación de nuestros recursos que viene dada principalmente por el elevado nivel de intrusismo, la fuerte competencia desleal y la ausencia de control administrativa en las ZEC de Canarias. Y las consecuencias son palpables: molestias a los cetáceos por las persecuciones y acorralamientos que les causan estrés.

Por eso hemos solicitado la creación de una Comisión Territorial para la Coordinación de las Actividades en las ZEC de Canarias, con representación de todas las administraciones públicas competentes, sector científico y empresarial. Urge contar con un grupo de trabajo transversal que vele por el cumplimiento de las leyes y que esté perfectamente coordinado.

Necesitamos contar además con un estudio sobre la capacidad de carga del espacio natural para poder evaluar con datos si hemos superado el nivel de presión antropogénica que garantiza la conservación, y así estar en condiciones de planificar un desarrollo sostenible, mediante la ordenación lógica y coordinada de los recursos.

Las investigaciones científicas más autorizadas alertan de las críticas consecuencias para el hábitat de las Zonas Especiales de Conservación en Canarias, así como para la salud de los cetáceos residentes. Ante esto, tenemos que evitar un deterioro irreversible.

Es vital que dichas zonas cuenten con un sistema que permita otorgar a las empresas turísticas de avistamiento de cetáceos o a cualquier otra actividad el distintivo de calidad y buenas prácticas, atendiendo a criterios uniformes de carácter social, medioambiental y turístico.

Agradezco a los grupos parlamentarios sus enmiendas y su apoyo unánime. Creo que con esta iniciativa y con la modificación de la Ley de Pesca de Canarias que se está tramitando en el Parlamento estaremos dando un cambio de dirección, iniciando el camino hacia la recuperación y conservación de la biodiversidad marina en nuestra tierra.

Por una Canarias sostenible y en equilibrio.

*Vicepresidenta segunda del Parlamento de Canarias