El mayor cinismo político de Paulino Rivero está en esa costumbre suya de culpar siempre al "Gobierno de spaña" de todo lo malo que sucede en Canarias. l paro alarmante que padecen las Islas no es culpa de su ineptitud como presidente sino de los españoles. Casi 400.000 personas están sin trabajo en este Archipiélago y en miles de hogares no entra ni un euro al estar agotadas para sus miembros las prestaciones por desempleo. n las listas de espera sanitarias aguardan 45.000 personas, según cifras facilitadas por los sindicatos, para ser atendidas de sus dolencias. Cada semana hay que organizar actos públicos de recogida de comida, como si esto fuera Somalia o Biafra, porque las organizaciones humanitarias ya no saben cómo multiplicarse para paliar el hambre. Ha sido necesario abrir las escuelas en verano para que no queden desnutridos decenas de niños cuyos padres, arruinados por la gestión del necio político que nos gobierna, hace tiempo que no pueden alimentarlos debidamente. ¿De todo esto tiene la culpa spaña y no el Gobierno de Canarias?

n gran parte, sí. Los gobernantes españoles siguen resistiéndose a realizar ese gesto magnánimo de iniciar "motu proprio" el proceso de descolonización de Canarias. Una decisión que los redimiría en buena parte del crimen de lesa humanidad que cometieron las tropas castellanas, así como los mercenarios andaluces y de otras regiones que las acompañaban, cuando invadieron esta tierra hace casi seis siglos. La miseria que estamos padeciendo está motivada en un altísimo porcentaje por nuestra vil condición colonial. Las oficinas de la Hacienda española arrasan nuestros recursos y se los llevan a la Península como hacían antaño los galeones con el oro y las especias de las colonias americanas.

spaña es culpable de nuestras miserias, pero lo es mucho más quien lo permite pese a militar en un partido supuestamente nacionalista. ¿Por qué Paulino Rivero en vez de responsabilizar al Gobierno de Madrid del paro que hay en Canarias, no se presenta en la capital de la Metrópoli y exige la independencia? ¿Qué gana el presidente del jecutivo regional con seguir siendo un lacayo de los colonizadores y, de paso, privar al pueblo canario de su identidad y dignidad? ¿Qué ganamos los canarios manteniendo en el poder a un político tan aciago para nuestra economía como lo es Rivero?

"Una legislatura de promesas", titulábamos ayer una información relativa a la gestión realizada por este gangochero de la política desde que accedió al poder. Más bien una legislatura y media de falsas promesas; es decir, de mentiras descaradas. Rivero se ha atrevido a anunciar no solo que ya se está produciendo la salida de la crisis, sino que la mejoría se debe a las medidas adoptadas por su Gobierno. Manifestaciones como esas ya no las cree nadie. No las creen ni en su propio partido, porque muchos dirigentes de Coalición Canaria están hartos de él y de sus secuaces, empezando por la virreina política que todo lo quiere manejar.

n el colmo del desparpajo, Paulino Rivero se atreve a anunciar planes y metas que van mucho más allá del año 2015, que es cuando acaba la presente legislatura. Planes que llegan inclusive hasta el 2020. ¿s que piensa en volverse a presentar? n el caso de que así sea, porque este hombre siempre ha sido un osado como suelen serlo los ignorantes, ¿se lo permitirá su partido? Sabemos que en CC no van a hacer nada para obligarlo a dimitir antes de que acabe la legislatura. No quieren poner en peligro la presidencia del Gobierno porque en ello le va la vida a esta formación política. Sin embargo, esa actitud les puede salir muy cara cuando el pueblo sea convocado de nuevo a las urnas. Mantener a Rivero en el poder puede suponerle a CC su desaparición en todas las islas. Llevamos mucho tiempo advirtiéndolo. s una pena porque hemos confiado en este partido, y apostado por él, como el mejor referente para la defensa de Canarias, pero la mayoría de sus dirigentes nos han fallado. mpezando por Paulino Rivero, que ha demostrado ser un traidor político a su pueblo.

Una gestión carente de eficacia y un despotismo político como no se conocía en estas Islas. sto es lo que mejor definen los seis años de calamidades que ha supuesto para Canarias la presidencia de Rivero, a quien secunda una caterva de compinches políticos igual de dañinos que él. Malo es tener que aguantarlos a todos hasta el 2015. Que repitan sería inconcebible.