DEl 5 AL 15 DEL PASADO mes de junio, el Real Casino de Tenerife ofrecía su cuadragesimocuarto ciclo de conferencias. La última de ellas fue impartida, con apoyo fotográfico, por el ex presidente de Canarias don Fernando Fernández Martín. Ello fue tras una extraordinaria presentación, que creo muy sentida, por parte de don Eligio Hernández. Se encontraban allí, en la mesa, dos personalidades que militan o han militado en partidos políticos de líneas ideológicas divergentes. Pero a su vez dos personalidades, en tanto que ciudadanos, de amplia condición y preocupación humana y social.

Don Eligio expuso una cronología del ser y del quehacer del ponente a lo largo de los años, fundamentalmente como diputado del Parlamento Europeo entre 1994 y 2009, en cuyo periodo ocupó cargos de consideración en aquella institución. Uno de los que, a mi entender, dejó profunda huella en don Fernando fue su participación en la Comisión de Cooperación y Desarrollo. Esta actividad le llevó a recorrer países de Hispanoamérica, Asia y África (también de Europa) donde pudo convivir con los efectos causados por guerras, afanamiento de riqueza por unos pocos y extendida pobreza de los más. Uno de los libros citados por don Eligio fue el que da título a este artículo.

En palabras de Jaime Mayor Oreja, prologuista del libro, "este es un libro de fotografías. De alguna manera, cada fotografía refleja la visión del autor, el alma del autor y también la posición del autor ante la realidad y ante el mundo". Juicio de valor que asumo totalmente y lo hago mío. Es un libro fundamentalmente de fotografías captadas por el autor allá por donde fue, y con sus correspondientes pies de foto, que te llevan a la meditación de cuanto ocurre por el mundo. Por ese mundo que la mayoría de los europeos no vemos porque quizás no queramos ver.

La primera fotografía que abre la serie es de una mujer negra, embarazada, y en cuyo pie de foto leemos: "Voy a nacer en pocos días y sólo tengo la certidumbre de que esta mujer es mi madre. Ella será mi única ayuda. Todo lo demás en mi futuro es una incógnita". Es la virtual voz de un ser humano que habría de nacer en pocos días y al que Fernando Fernández le pone texto que nos suena en lo más profundo de nuestro ser. Al menos, aquel ser nacería para disfrutar de aquella certidumbre y desarrollarse ante lo incógnito de su futuro. Quizás en una aldea perdida de África. No tienen la suerte de llegar a ese estadio tantos asesinaditos como la Ley (ZP/Aido) del Aborto permitirá en España para deshonra de nuestra sociedad y mayor negocio de establecimientos a tal fin. Como lo ha sido la anterior ley por la permisividad en el incumplimiento de la misma.

Posiblemente, aquel ser, pasados los años, sufra alguna desmembración como consecuencia de alguno de los millones de minas antipersona producidas por nosotros y diseminadas por aquellos territorios. También esto lo trata Fernando Fernández, quien además analiza en unos textos por qué "la pobreza es el problema"; "por qué hay países ricos y pobres". En este último dice en uno de sus párrafos: "Los países pobres no lo son porque carezcan de recursos, sino porque han sido y siguen siendo mal administrados, sometidos a la sobreexplotación y al expolio, antes por sus potencias coloniales y ahora por sus élites dirigentes corruptas".

Un libro, en fin, para ojear a menudo y meditar.