PARA NO PERDER el hilo, volvemos sobre el tema de las Regiones Ultraperiféricas. ¡Qué vergüenza lo que se ha permitido para la decadencia de los canarios! Antes éramos españoles sujetos a las vejaciones y racanerías de la nación que nos coloniza desde hace seis siglos. Ahora somos criados de todos los europeos que forman la UE. ¿Por qué coño -y de nuevo que nos perdone el lector- no somos canarios de la nación canaria? ¿Por qué esa dignísima gente de color que vive en Cabo Verde son nacionales de su nación, mientras que nosotros somos ultraperiféricos y colonizados por los españoles?

Algunos nos detestan por expresar estas ideas. ¿Cómo es posible que a una persona, por el simple hecho de reivindicar a sus abuelos y desear que sus compatriotas puedan disfrutar y disponer de los recursos de la tierra en que viven -en definitiva, aspirar a que seamos dueños de nuestra casa y no seamos esclavos de ningún godo, aunque sí amigos de los peninsulares españoles- se le niegue el saludo y se le vire la cara cuando se encuentra con un español frente a frente? Ofensas de este tipo las hemos padecido recientemente. Deprimente. Sobre todo por provenir de una persona que siempre ha sido bien recibida en EL DÍA y que gozaba de nuestra mayor consideración. El dolor que nos causó fue profundo. ¿Cómo es posible que a una persona se le ofenda en público de tal manera por ser canaria, por querer la libertad de su pueblo y por mantener que el "gran" no le corresponde a la tercera isla? No mencionaremos las circunstancias personales del ofendedor por la admiración que nos merece la institución, para nosotros respetabilísima, a la que ha estado ligado.

Molestamos por decir lo que pensamos. Nos atacan y nos desprecian por manifestar, entre otras verdades, que es una indignidad no tener identidad como ciudadanos y como pueblo. O, mejor dicho, tener la identidad de falsos españoles e indignos ultraperiféricos. Una lamentable situación a la que se une ahora, como publicábamos en nuestra primera página de ayer, que la UE no nos garantiza las ayudas necesarias para salir adelante. Pobre Paulino Rivero, sacrificado presidente, que debe acudir al apoyo de España, Francia y Portugal para matar el hambre que nos está "procurando" el Gobierno socialista del ínclito Zapatero y su social socialismo.

Lo decíamos en nuestro editorial de ayer viernes: tenemos todas las condiciones para ser una nación. Poseemos una situación mucho mejor que la de Cabo Verde; un archipiélago al que Portugal le concedió la independencia hace muchos años. Hoy esas islas forman un país habitado por ciudadanos a los que muchos minimizan por ser personas de color. Nosotros respetamos todas las razas siempre que haya cerebro y espíritu, a pesar de las ignominiosas denuncias por racismo y xenofobia que nos han presentado los falsos ecologistas dirigidos por los socialistas. Pero si en el pasado incluso hemos fomentado el Domund.

Estos ataques, lo hemos dicho ya pero no está de más repetirlo, proceden del falso ecologismo canarión y del socialismo traidor a Tenerife y colaborador de los canariones "grancanarios". ¡Qué desconsuelo! Cabo Verde, una nación, y nosotros, vergonzosamente ultraperiféricos, vejados, exprimidos y pasando hambre, mientras sus señorías se aumentan los sueldos, desahucian a familias de sus viviendas y atacan la libertad de expresión para que los canarios, privados de información, desconozcan en qué condiciones viven.