RICARDO León Brito, nacido en Santa Cruz de Tenerife (08/02/83), crecidito ya hasta los 1,86 metros, fue jugador (cuando era más chico) del Longuera, en la localidad tinerfeña de Los Realejos, y fue el equipo en el que, entre plataneras y fuegos artificiales, se formó el joven futbolista, el nuevo ídolo de la afición.

Viví en el Toscal por varios años, en temporadas profesionales, justo enfrente del campo del Longuera, en Residencial Jazmín, por arriba del hotel Panorámica. Veía a diario los inagotables focos, en un principio pobres bombillas. Recogí algunos balones despistados que caían en el jardín hasta que pusieron más alta la valla; oí los gritos de la pasión, percibiendo en la nuca el sudor de toda una legión de directivos, entrenadores, padres y ayudantes que hasta las tantas de la noche, en horas intempestivas, sábados, domingos y fiestas de guardar, se esforzaban para conseguir con su gratuito trabajo y esfuerzo la competitividad de las nuevas camadas deportivas. A ellos y al sacrificio de unos pibes contrastadamente luchadores y que salieron buenos, en un lado o en otro de la geografía, les debemos la fuerza de lo que a medio plazo tiene que ser el sostén fundamental de la élite deportiva canaria y haciéndolo extensivo a todas las islas -¿qué me dicen de Arguineguín?- y a todos los deportes. ¡Enhorabuena!

Según dice su currículo, Ricardo permanece en la entidad realejera durante diez años, pasando por la categorías prebenjamín, benjamín, infantil y hasta la de juveniles. Sería en el año 2000 cuando ficharía por el CD Tenerife, disputando su primera temporada en la División de Honor Juvenil. Un año más tarde, cambia de aires y se bate durante una campaña entera en la UD Orotava. Sin embargo, retorna a la entidad blanquiazul, esta vez para jugar en el CD Tenerife C, de categoría preferente. En la liga 03/04 se asienta en el CD Tenerife B, con el que juega en Tercera División. La pasada campaña debuta con el primer equipo en Segunda División, ante el Gimnástic de Tarragona. Es el nuevo catapultador del sentimiento blanquiazul, y con otros como Ayoze, hasta la fecha con menos suerte, o Sicilia, hasta la fecha con menos minutos, componen una larga ristra de efectivos (Ángel u Omar asomándose) que, incluidos los que alguna vez emigraron (Valerón, Silva, Pedrito, Vitolo, Efrén?), son algunas de las muestras de los más selectos envases en que se sirve la cantera local.

The Power of the Cantera Canaria, por supuesto y ya que nos quitan a muchos, acompañados por gente profesional de altura indudable que empieza a ser reconocida. Como los grandes Richi, o Nino por citar en lo que siempre me parece incompleto en cuanto a reconocimiento de méritos conjuntos. Pidiendo excusas, si me olvido en mis prisas de alguien: Aragoneses, Bertrán, Luna, Martínez, Bellvís, Culebras, Román, Saizar, Kome, Alfaro, Dinei o Alonso, dicen que Rodolfo Bodipo, descartado por el Coruña, podría ser objetivo del "pobrente" Llorente.

Ante el Osasuna, el trallazo fue del chiquito de la Longuera. La trincó, bien trincada. Qué rebencazo más bien dado. Pobre Mallorca. Tras enseñar al planeta balompédico las aptitudes futbolísticas del grupo, ya se piensa en el asalto a Son Moix, un campo que históricamente se nos ha dado bien. De las siete visitas que el representativo ha hecho a Mallorca, el Tenerife ha cosechado dos victorias, tres empates y dos "bueno, ya volveremos". Es la oportunidad, y ¿por qué no?

Una vez, a D. Elías Querejeta le preguntaron qué tres cosas pediría a la vida. "Que dure, que dure y que dure", respondió. ¿Para qué? Para hacer realidad el sueño pendiente, ganar una Copa de Europa con la Real Sociedad, equipo que abandonó siendo un pibe para perseguir su otro anhelo, ya alcanzado: hacer cine. Querejeta, uno de los productores más prolíficos y exitosos, se tiraría si lo dejaran días, semanas, meses, hablando de la Real, su pasión.

Hombre, por soñar de igual manera que Elías y teniendo en cuenta que el equipo de Donosti ahora milita en Segunda, supongo que también podemos fantasear con que el CD Tenerife consiga alguna vez el campeonato de Europa, de África y de América. Lo hacen, por ejemplo, los chipriotas con 9.250 kilómetros cuadrados de cantera y con su equipo, Apoel Nicosia, empatándole al Atlético de Madrid. Las Islas tienen unos 7.500 km2 de cantera.

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