Esta semana, el ministro de Fomento, José Blanco, se ha mostrado molesto "por las críticas y demagogia del PP" a la recién aprobada ayuda de los 420 euros para los desempleados. En esta ocasión, señor Blanco, déjeme que lo corrija. Aquí quien ha usado la demagogia, el autobombo y la propaganda ha sido únicamente el Gobierno del PSOE. Que le quede claro.

Vamos por partes. El pasado 13 de agosto, el Consejo de Ministros aprobó una ayuda de 420 euros para los parados que hubieran agotado la prestación por desempleo. Queda decir que el anuncio generó bastante expectación y que las miles de familias que no tienen ingresos vieron en esta medida una tabla de salvación, por lo menos, para ir tirando.

Es más, el ministro Blanco calificó esta ayuda de extraordinaria. Según él, "ningún país de Europa ha aprobado una medida de estas características". Yo me pregunto: ¿qué tiene de extraordinario? Que el pasado lunes, cuando entra en vigor este decreto ley, y cuando millones de desempleados acuden a las oficinas del INEM de toda España, se encuentran con una situación bastante desagradable.

Colapso, confusión y falta de información. Primero, porque miles de parados se enteraron en la misma cola de las oficinas del INEM de que sólo recibirían los 420 euros aquellos que hubieran agotado el subsidio a partir del 1 de agosto. Segundo, en muchas oficinas no estaban aún los formularios para poder tramitar esta ayuda. Tercero, los propios funcionarios reconocieron que no tenían a mano toda la información necesaria para atender a los usuarios.

Con este relato, que fue la tónica en casi todas las oficinas del INEM de España, no me explico cómo pueden calificar esta situación de extraordinaria. Además, ustedes se dieron cuenta; y si no, ¿por qué el propio José Blanco declaró a los medios de comunicación que, en próximas ocasiones, el Ejecutivo central debería esforzarse en informar mejor a los ciudadanos?

Eso sí, primero se escudaron en que las condiciones para obtener esta ayuda estaban perfectamente descritas en el Boletín Oficial del Estado. Claro, como si los más de 1.200.000 desempleados en este país no tuvieran otra cosa más importante que hacer, por ejemplo buscar trabajo o intentar cumplir con sus obligaciones, que leerse el BOE.

Durante toda esta semana he leído mucho sobre este asunto. Pocas voces a favor y muchas en contra. Pero me ha llamado la atención un escrito de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín. En su blog, www.leirepajin.com, asegura que un gobierno sensible y responsable no puede mirar hacia otro lado cuando las dificultades ante una situación de desempleo se convierten en palabras mayores a partir del momento en que se acaba la prestación.

Toda una reflexión. Ahora yo le pregunto. ¿cómo es posible que, de todos los españoles en paro que no tienen ingresos, sólo 324.000 personas se beneficien de esta ayuda cuando existen 1.235.821 de personas que quedan excluidas? ¿Cuál es el criterio para acordar que cobran los que se han quedado sin subsidio el 1 de agosto, pero no los que ya estaban desde febrero, marzo o abril? ¿No es algo discriminatorio, caprichoso y arbitrario? ¿Y esta decisión es de un gobierno sensible o responsable?

María Dolores de Cospedal, la secretaria general del Partido Popular, tachó la puesta en marcha de las ayudas de vergüenza y burla a los cuatro millones de desempleados que hay en toda España. Tengo que decirles que suscribo sus palabras porque los 420 euros se presentaron como la solución a los parados cuando dejaran de recibir la prestación. Algo totalmente falso, y lo más grave, que generó expectativas e ilusiones a gente que lo está pasando mal.

Tras las numerosas críticas de sindicatos y de otras formaciones políticas, el propio presidente del Gobierno de España, Rodríguez Zapatero, convocó una rueda de prensa en los Jameos del Agua, esta misma semana, para explicar que no tendría ningún inconveniente en ampliar los plazos y extender a más beneficiarios esta ayuda.

Entonces, ¿por qué se sorprenden cuando mi partido, el Partido Popular, critica esta medida si ustedes mismos ya la están corrigiendo? Esto es una prueba más de que sus medidas estrellas, señor Zapatero, son improvisadas, sin rumbo fijo, y sólo sirven para el autobombo y la publicidad.

Por eso, nosotros sí apostamos por soluciones que reviertan en la sociedad, pues con 420 euros no se reactiva el consumo. Lo que necesitamos es más ayudas a las pequeñas y medianas empresas para que vuelvan a tener liquidez y puedan ofrecer puestos de trabajo. Porque es el empleo la única salida válida y la esperanza para los más de un millón y medio de parados.

Ahora dirán que como presidenta del PP de Tenerife es mi obligación reprochar las condiciones de esta ayuda. Pues bien. Prefiero acabar este artículo con unas palabras que no son mías y que reflejan el sentimiento de decepción que se ha instalado en los ciudadanos.

En un vídeo, colgado en la página web de El País, www.elpais.es, se recogen las opiniones de los desempleados que se encontraban en las oficinas del INEM preguntando por los requisitos para poder acceder a esta ayuda. De hecho, me llamó la atención la intervención del último ciudadano del vídeo que decía: "Por qué solamente se puede coger a la gente que acaba en agosto, todos los demás no importan o qué?".

* Presidenta del PP de Tenerife