Al igual que las murgas adultas en el primer cuarto del siglo pasado, las murgas infantiles proliferaron de tal modo que se puede decir que existió una en cada barrio populoso de Santa Cruz, siendo una de las más importantes, y de las más recordadas, la constituida en 1929 por unos niños del barrio de El Toscal, que debutó bajo la batuta de Ángel Jorge Frías, siendo también dirigida, años más tarde, por Vicente Travieso. Sus componentes, con la gran ayuda de doña Rosa Frías Sabina, se vistieron con pantalones y chaquetas confeccionados con telas de sacos, y un sombrero pajizo "de verdad", por lo que a los niños les quedaban enormes, al igual que los instrumentos que sacaron, que eran clarinetes realizados totalmente de cartón, adquiridos en el comercio de don Juan Ramos Alonso, ubicado en la calle de la Rosa, que hacía esquina a la calle del Saludo, que los traía de Alemania. Siempre sacaron, por platillos, dos tapas de lata que, como norma usual de aquellos tiempos, eran ejecutados por el mismo componente que tocaba el bombo, el cual estaba confeccionado con un barril de madera donde se vendían las sardinas saladas.

Esta murga infantil, que siempre realizó sus ensayos en la casa de una tía de uno de los componentes -en una ciudadela de la calle de San Miguel, conocida en la zona por la ciudadela de Pancho "el Colorado"-, estaba integrada por Juanito Delgado "el Señorita", José Ramos Cabrera "el Gomero", Vicente Ramos Cabrera "Lepampo" -su hermano -, Neno, Vitito "el Tupido", Anselmo Hernández de la Rosa "el Gordo", Domingo, Lucas, Andrés González García "el Burrito" -que fue, en la década de los años sesenta, un destacado componente de la murga "Afilarmónica Nifú-Nifá"-, Melchor "Cholín" y, aparte de los dos directores anteriormente citados - Ángel Jorge Frías y Vicente Travieso-, el que fuera uno de los directores legendarios del acervo murguero de Tenerife: Vicente Jorge Frías, director de la murga Los Megatones.

También se iniciaron en una murga infantil surgida en el "Viejo Carnaval" el insigne murguero Miguel Armas Castellano, fundador y director de otra de las murgas históricas del Carnaval santacrucero, la murga "Marte" -comenzando su periplo murguero en el año 1934, cuando, por ser, pese a su corta edad, uno de los más incondicionales seguidores y admiradores de la legendaria murga de "el Flaco", le llevó a constituir una murga infantil con los amigos de la zona de Salamanca-, y el añorado "maestro" Enrique González Bethencourt -toda una institución en la magna fiesta santacrucera, fundador y director de la célebre murga Afilarmónica Nifú-Nifá-, director de la murga infantil Los Guanchi, creada en el año 1935, en la zona de la Plaza de Weyler.