El administrador único de Radio Televisión Canaria (RTVC), José Carlos Naranjo, vivió ayer una de las sesiones de control parlamentario más sosegadas de su trayectoria al frente de la cadena, sobre todo por la satisfacción general entre los grupos de cómo ha llevado la subrogación de los trabajadores de los informativos pendiente, la de La Palma, La Gomera y El Hierro (un total de 9), la de Fuerteventura y Lanzarote (8), Tenerife (11) y Gran Canaria (otros 11).

La sesión, eso sí, sorprendió por la conclusión mayoritaria de que el ente necesita más dinero y personal administrativo, dadas las enormes dificultades que el propio Naranjo admite para efectuar la reconversión y llevar a cabo el acuerdo plenario de diciembre para salvar la señal y los empleos.

Podemos sigue pensando que se debe afrontar la calidad, los contenidos, los enfoques y la pluralidad ideológica, pero en general se aceptó la gestión del personal de Naranjo y hubo acuerdo sobre la propuesta del PP de que se vea reforzado mediante un convenio que le permita usar los servicios jurídicos del Gobierno.

La voz más crítica fue la de Esther González (NC), quien mantiene dudas sobre la RPT y le reprochó que no se emitiera en directo la aprobación del Estatuto pese a que desde el Senado le han negado que hubiese problemas técnicos.